Este es el yogur más saludable, según un cardiólogo
Entre los diferentes productos lácteos existe uno que ha ganado un gran protagonismo por sus numerosos beneficios nutricionales
Elyogur es uno de los postres más consumidos por los consumidores, ya que es una de las opciones favoritas para terminar las comidas, para tomar antes de dormir o para desayunarlo junto a fruta o avena.
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El éxito del yogur es tal que se vende con infinidad de sabores y diseños, aunque en los últimos años se han puesto de moda productos lácteos con sabor y textura similar como el kéfir, el skyr o el requesón.
Entre ellos, el kefir se ha posicionado como una alternativa más completa y saludable.
Según señala el cardiólogo Aurelio Rojas en un vídeo de TikTok, el kéfir mejora la microbiota intestinal y favorece la digestión; refuerza el sistema inmune gracias a su riqueza en probióticos, vitamina D y K; puede ayudar a reducir la inflamación, el colesterol y mejorar la presión arterial y tiene efecto indirecto en el control del peso al modular saciedad y metabolismo.
Sin embargo, y apoyándose en la evidencia científica, el doctor señala que el kéfir no es apto para todos, ya que puede dar gases o diarrea en personas con intolerancia a la lactosa y no está recomendado en personas inmunodeprimidas sin supervisión médica.
Prevención de enfermedades
La alimentaciónes uno de los pilares fundamentales de la salud. Una dieta equilibrada no solo proporciona la energía necesaria para el día a día, sino que también cumple un papel esencial en la prevención de enfermedades a corto y largo plazo.
Cada elección que hacemos en la mesa tiene un impacto directo en el funcionamiento del organismo, en la fortaleza del sistema inmunológico y en el riesgo de desarrollar patologías crónicas.
Numerosos estudios científicos han demostrado que una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos y proteínas magras ayuda a reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad e incluso algunos tipos de cáncer.
Estos alimentos aportan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que protegen las células del daño oxidativo y favorecen procesos metabólicos más eficientes.
Por el contrario, una alimentación basada en ultraprocesados, azúcares refinados y grasas saturadas contribuye a la inflamación crónica, al aumento del colesterol y al desequilibrio de la microbiota intestinal. Estos factores, combinados con el sedentarismo, elevan considerablemente el riesgo de padecer enfermedades que limitan la calidad y la expectativa de vida.
Aprender a mantener un equilibrio
Cuidar la alimentación no implica llevar dietas restrictivas, sino aprender a mantener un equilibrio.
Incluir variedad de alimentos frescos, respetar las señales de hambre y saciedad, y mantener una correcta hidratación son hábitos sencillos que marcan la diferencia. Además, la prevención comienza desde edades tempranas: fomentar una educación nutricional en niños y adolescentes es clave para instaurar patrones saludables que perduren en el tiempo.
En definitiva, comer bien es una inversión a futuro. Adoptar una alimentación consciente y equilibrada es una de las formas más efectivas de proteger el cuerpo, fortalecer el sistema inmunológico y vivir con mayor bienestar.