Golpes de calor en bebés: cómo proteger a los más pequeños
Prevenir un golpe de calor requiere precauciones constantes
La llegada del calor a Gipuzkoa a disparado los alarmas por golpes de calor, que representan una emergencia médica con consecuencias graves, especialmente en los bebés.
Debido a que su sistema de regulación de temperatura no está completamente desarrollado, los lactantes son mucho más vulnerables a las altas temperaturas. Por eso, durante los meses más calurosos del año, es fundamental tomar precauciones específicas para evitar que un bebé sufra un golpe de calor.
¿Qué es un golpe de calor?
El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura debido a una exposición prolongada a altas temperaturas, lo que causa un aumento drástico de la temperatura corporal.
En los bebés, esto puede desarrollarse con rapidez, incluso si no están directamente bajo el sol. Su pequeño cuerpo acumula calor más fácilmente y no suda con la misma eficacia que el de un adulto, lo que dificulta la disipación del calor.
Síntomas de golpe de calor en bebés
Es vital reconocer los signos tempranos de un golpe de calor. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Piel caliente, enrojecida y seca (sin sudor)
- Irritabilidad o letargo extremo
- Llanto débil o ausente
- Respiración rápida o superficial
- Vómitos o diarrea
- Fontanelas (mollera) hundidas o muy tensas
- Pérdida de conciencia (en casos graves)
Ante cualquiera de estos síntomas, se debe actuar rápidamente y buscar atención médica de inmediato.
Cómo prevenir un golpe de calor en bebés
Evita la exposición directa al sol
Nunca expongas a un bebé menor de seis meses directamente al sol. A partir de esa edad, si está al aire libre, colócalo siempre en sombra, bajo una sombrilla o con un gorro de ala ancha. Usar ropa ligera, transpirable y de colores claros.
Hidratación constante
Los bebés menores de seis meses deben ser alimentados con leche materna o fórmula con mayor frecuencia en días calurosos. No se les debe dar agua a menos que el pediatra lo recomiende. Para los mayores de seis meses, se puede ofrecer agua frecuentemente.
No lo dejes en el coche
Nunca, bajo ninguna circunstancia, se debe dejar a un bebé solo en un coche estacionado, ni siquiera por unos minutos. La temperatura interior del vehículo puede subir peligrosamente en cuestión de minutos, incluso con las ventanas abiertas.
Ambiente fresco y ventilado
Mantén el hogar ventilado. Usa ventiladores o aire acondicionado (sin que el aire dé directamente al bebé). Si no se cuenta con climatización, visita espacios públicos frescos.
Baños frescos
Un baño con agua tibia o pasarle un paño húmedo por el cuerpo ayuda a refrescarlo, pero evita el agua fría, ya que puede provocar un cambio brusco en la temperatura corporal.
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Precaución constante
En resumen, prevenir un golpe de calor en bebés requiere atención y precauciones constantes durante los días calurosos. Con medidas sencillas como evitar la exposición al sol, ofrecer líquidos adecuados y mantener un ambiente fresco, se puede proteger a los más pequeños de este peligro silencioso. La clave está en la prevención y en actuar rápidamente ante cualquier signo de alerta.