La vitamina B12, también conocida como cobalamina, es una vitamina hidrosoluble que forma parte del grupo de las ocho vitaminas B. Aunque todas las vitaminas del grupo B son esenciales para el funcionamiento del organismo, la B12 ocupa un lugar especialmente relevante debido a su implicación en múltiples procesos fisiológicos fundamentales.

A pesar de ello, muchas personas desconocen su función y los riesgos de un déficit, lo que puede derivar en problemas de salud significativos si no se detecta y trata a tiempo.

La vitamina B12 es esencial para el correcto funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. Ayuda a mantener la salud de las neuronas y participa en la síntesis del ADN, el material genético de todas las células del cuerpo.

Además, tiene un papel clave en la formación de los glóbulos rojos, los encargados de transportar el oxígeno por todo el organismo. Sin una cantidad adecuada de esta vitamina, el cuerpo no puede producir suficientes glóbulos rojos sanos, lo que puede dar lugar a trastornos sanguíneos y deficiencias de oxígeno en los tejidos.

La B12 también interviene en la producción de diversas proteínas necesarias para el funcionamiento celular y en la metabolización de ciertos ácidos grasos y aminoácidos. Por ello, un aporte suficiente de esta vitamina resulta crucial para mantener el equilibrio del metabolismo y la vitalidad del organismo.

Consecuencias de una deficiencia de vitamina B12

Un déficit de vitamina B12 puede manifestarse de múltiples formas, dependiendo de la duración y la gravedad de la carencia. Los síntomas más frecuentes incluyen:

  • Cansancio persistente y debilidad muscular.
  • Estreñimiento y alteraciones digestivas.
  • Pérdida del apetito y, en consecuencia, de peso.
  • Anemia megaloblástica, un tipo de anemia caracterizada por la falta de glóbulos rojos.
  • Problemas neurológicos, como hormigueo o entumecimiento en las extremidades, dificultad para mantener el equilibrio, pérdida de memoria, irritabilidad e incluso depresión.

Estos efectos son especialmente preocupantes en personas mayores, ya que el envejecimiento puede reducir la capacidad del organismo para absorber esta vitamina. También son vulnerables los vegetarianos estrictos y veganos, ya que la vitamina B12 se encuentra de forma natural casi exclusivamente en alimentos de origen animal.

Porción de carne de ternera asada lista para degustar. Freepik

¿Cómo asegurar un buen aporte de vitamina B12?

Desde el Servicio de Endocrinología del Hospital Universitari Sagrat Cor explican que las necesidades diarias de vitamina B12 varían según la edad y otras condiciones, pero para un adulto promedio se recomienda una ingesta diaria de 2,4 microgramos. Esta cantidad puede lograrse fácilmente a través de una dieta equilibrada, siempre que incluya alimentos ricos en esta vitamina.

Las principales fuentes naturales de vitamina B12 son de origen animal, entre ellas:

  • Pescado y marisco, especialmente las almejas, sardinas, salmón y atún.
  • Carnes como la de ternera, conejo y cerdo.
  • Aves, incluyendo el pollo y el pavo.
  • Huevos, particularmente la yema.
  • Lácteos como la leche, el queso y el yogur.
  • Vísceras, como el hígado de res, que es una de las fuentes más concentradas de esta vitamina.

Para quienes siguen dietas veganas o tienen dificultades para absorber la vitamina B12 de los alimentos, existen suplementos vitamínicos y productos enriquecidos, como cereales o bebidas vegetales fortificadas.

Micronutriente esencial

La vitamina B12 es un micronutriente esencial que interviene en funciones clave del organismo, como la formación de glóbulos rojos y el mantenimiento del sistema nervioso.

Su carencia puede generar problemas graves y, en muchos casos, silenciosos. Por ello, es fundamental adoptar una dieta variada y saludable, que incluya alimentos ricos en esta vitamina, o recurrir a suplementos en caso necesario. Prevenir es siempre más eficaz que curar, y en el caso de la B12, garantizar su presencia en la alimentación diaria es una decisión clave para la salud a largo plazo.