Cómo saber si estás sufriendo un infarto y qué hacer si estás solo
El infarto de miocardio sigue siendo una de las principales amenazas para la salud pública, y su prevención está al alcance de la mayoría
Cada año, alrededor de 70.000 personas sufren un infarto de miocardio o una angina de pecho en el Estado.
Las enfermedades del sistema circulatorio, dentro de las cuales se incluyen estas dolencias cardíacas, representan la principal causa de fallecimiento en el país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta alarmante cifra pone de relieve la necesidad de concienciar a la población sobre la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado de los eventos cardíacos.
Factores de riesgo y prevención
Gran parte de los infartos se puede prevenir mediante hábitos de vida saludables.
El ejercicio físico regular, una dieta equilibrada y el control del peso son pilares esenciales en la protección del corazón. De hecho, diversos estudios han demostrado que la adopción de la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres, pescado y aceite de oliva, no solo mejora la salud cardiovascular, sino que también reduce la mortalidad asociada a infartos.
El consumo moderado de frutos secos, por ejemplo, está relacionado con una menor incidencia de eventos cardíacos gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Además, mantener un peso saludable no solo contribuye a reducir la presión arterial y los niveles de colesterol, sino que también mejora la sensibilidad a la insulina, disminuyendo así el riesgo de padecer diabetes tipo 2, otro importante factor de riesgo para el corazón.
El sueño y el corazón: una relación ignorada
Aunque a menudo se subestima, la calidad del sueño es también un factor determinante para la salud cardiovascular.
Dormir pocas horas o hacerlo de forma irregular altera los ritmos circadianos, favorece la hipertensión y contribuye al desarrollo de enfermedades metabólicas.
Se ha observado que las personas con patrones de sueño desordenados tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir un infarto. Dormir entre 7 y 8 horas cada noche, de forma regular, debe ser parte del autocuidado diario.
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Síntomas a los que prestar atención
El infarto de miocardio suele manifestarse como un dolor opresivo en el centro del pecho o en el lado izquierdo, que puede irradiarse hacia el brazo izquierdo, el cuello o incluso la mandíbula.
A diferencia de otros dolores torácicos, esta molestia no se relaciona con movimientos o cambios de postura y suele durar varios minutos sin aliviarse.
Qué hacer ante un infarto
Es importante no ignorar estos síntomas ni esperar a que desaparezcan por sí solos. Si se presenta un dolor en el pecho sin una causa aparente (como un golpe) y sin cambios al moverse, lo más adecuado es llamar inmediatamente al 112.
Amenaza para la salud pública
En resumen, el infarto de miocardio sigue siendo una de las principales amenazas para la salud pública. Sin embargo, su prevención está al alcance de la mayoría mediante una combinación de ejercicio, alimentación saludable, descanso adecuado y atención temprana ante los síntomas. Cambiar el estilo de vida puede salvar vidas, y nunca es tarde para empezar.
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