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Los errores que cometes al usar el frigorífico y estropean tu comida

Adoptar buenas prácticas de almacenamiento no solo ayuda a conservar mejor los alimentos, sino que también evita riesgos de salud

Los errores que cometes al usar el frigorífico y estropean tu comidaFreepik

El correcto almacenamiento de los alimentos es esencial para mantener su frescura, sabor y, lo más importante, su seguridad alimentaria.

A pesar de que muchas veces creemos que estamos guardando los alimentos de la mejor manera posible, existen errores comunes que pueden afectar su conservación y calidad.

Conservar los huevos

Uno de los errores más comunes es dejar los huevos fuera de la nevera o guardarlos en la puerta del frigorífico.

Normalmente, los huevos se venden sin refrigerar, pero una vez en casa, es recomendable guardarlos en el frigorífico para prevenir el crecimiento de bacterias como la salmonela.

La puerta de la nevera, aunque tenga un compartimento específico para huevos, no es el mejor lugar, ya que al abrir y cerrar el refrigerador, la temperatura fluctúa constantemente. Lo ideal es colocar los huevos en el estante medio, donde la temperatura se mantiene más estable.

Productos abiertos con su tapa de aluminio

Otro error habitual es guardar productos abiertos, como lácteos o cremas, con su tapa de aluminio original. Este hábito puede provocar la oxidación del metal o incluso contaminar el alimento con partículas desprendidas del propio aluminio.

Lo mejor es transferir el contenido a un recipiente hermético de vidrio o plástico y etiquetarlo con la fecha de apertura para mantener la frescura y evitar el riesgo de contaminación.

Leche en la puerta de la nevera

Colocar la leche en la puerta del frigorífico es otro error común. Aunque parece práctico por su fácil acceso, la puerta es el área donde la temperatura varía más, especialmente cuando se abre con frecuencia. Esto acelera el deterioro de la leche y reduce su vida útil. La mejor práctica es almacenar la leche en los estantes interiores, preferiblemente en la parte trasera, donde la temperatura es más constante.

Leche de vaca

No etiquetar los alimentos congelados

Cuando congelamos alimentos, muchas veces olvidamos etiquetarlos con la fecha de congelación. Esto puede llevar a consumir productos que han pasado demasiado tiempo en el congelador, afectando su sabor y textura. Utiliza etiquetas adhesivas o un marcador permanente para anotar la fecha y el contenido del envase.

Alimentos aún calientes

Guardar alimentos calientes en recipientes cerrados es otro error que muchos cometemos. Esto genera condensación, promoviendo el crecimiento de bacterias. Lo ideal es dejar que los alimentos se enfríen un poco antes de cubrirlos y guardarlos en el refrigerador.