Una de cada siete personas en el Estado tiene diabetes en algún grado, según la Sociedad Española de Diabetes. Esta enfermedad metabólica puede derivar en serias complicaciones si no se controla adecuadamente. Por ello, lo primero y más importante es seguir las indicaciones de un especialista en medicina interna y otros facultativos, como nefrólogos, oftalmólogos o neurólogos, dependiendo de cada caso.

No obstante, además del tratamiento médico, es posible contribuir a la regulación del azúcar en sangre adoptando hábitos saludables en la vida diaria. Desde la alimentación hasta la actividad física, pasando por la hidratación y la gestión del estrés, existen diversas estrategias naturales que pueden marcar la diferencia.

Alimentación saludable

La dieta juega un papel fundamental en la regulación de la glucosa en sangre. Algunos consejos clave incluyen:

  • Reducir el consumo de carbohidratos refinados: Alimentos como el pan blanco, las harinas refinadas y los azúcares procesados elevan rápidamente los niveles de glucosa.
  • Aumentar el consumo de fibra: Los alimentos ricos en fibra, como verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales, ralentizan la absorción de azúcar y ayudan a estabilizar sus niveles en sangre.
  • Incluir grasas saludables: Aguacates, frutos secos, aceite de oliva y pescado azul aportan grasas beneficiosas que contribuyen al metabolismo adecuado del azúcar.
  • Priorizar proteínas de calidad: Carnes magras, pescado, huevos y fuentes vegetales como legumbres y tofu ayudan a mantener estables los niveles de azúcar.
  • Evitar las bebidas azucaradas: Zumos industriales, refrescos y bebidas energéticas contienen grandes cantidades de azúcar que afectan negativamente la glucemia.

Práctica regular de ejercicio

El ejercicio físico es una de las maneras más efectivas de reducir los niveles de azúcar en sangre. Durante la actividad física, los músculos utilizan la glucosa como fuente de energía, lo que contribuye a su reducción en el organismo. Algunas recomendaciones incluyen el ejercicio aeróbico; como caminar, nadar, correr o andar en bicicleta; los entrenamiento de fuerza, que incluyen pesas o ejercicios de resistencia; así como ejercicios de baja intensidad y constancia, es decir, rutinas moderadas y frecuentes son más beneficiosa que un esfuerzo intenso y esporádico.

Hidratación y consumo de bebidas beneficiosas

Mantenerse bien hidratado es esencial para el control de la glucosa. Beber suficiente agua ayuda a eliminar el exceso de azúcar a través de la orina y favorece un metabolismo más eficiente. Además, algunas infusiones pueden ser útiles:

  • Té verde: Contiene antioxidantes que pueden mejorar la sensibilidad a la insulina.
  • Canela en infusión: Diversos estudios sugieren que la canela ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre.
  • Vinagre de manzana diluido: Puede contribuir a estabilizar la glucosa después de las comidas.

Reducción del estrés y un descanso adecuado

El estrés y la falta de sueño pueden elevar los niveles de cortisol, una hormona que influye directamente en la regulación del azúcar en sangre. Para evitar este problema se deben practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda, ya que pueden ayudar a mantener el equilibrio hormonal. También se deben realizar actividades placenteras como leer, pasear o escuchar música contribuye a un estado emocional estable.

Asimismo, es importante dormir entre 7 y 9 horas diarias. Esto es clave para un metabolismo estable y eficiente.

Dormir es fundamental para nivelar los niveles de sangre Freepik

Bajar el azúcar en sangre de manera natural es posible con una combinación de alimentación equilibrada, ejercicio físico regular, hidratación adecuada y una vida libre de estrés.

Sin embargo, es fundamental contar con el seguimiento médico adecuado y personalizar cada estrategia a las necesidades de cada persona. Adoptar hábitos saludables no solo ayuda a mantener niveles óptimos de glucosa, sino que también mejora la calidad de vida en general.