El verano es la época ideal para relajarse y disfrutar de unas merecidas vacaciones. De todas maneras, este periodo también se caracteriza por una tendencia a descuidar la dieta, lo cuál puede derivar en un aumento de peso. Es más, los nutricionistas subrayan diversas razones por las que engordamos más en verano, y entender estos factores es importante para mantener un estilo de vida saludable durante la temporada estival.
Por qué engordamos más en verano
El calor influye en nuestras elecciones alimentarias. La tentación de consumir helados, bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados aumenta considerablemente, debido a la necesidad de refrescarnos y combatir las altas temperaturas. Estos productos, aunque refrescantes, están llenos de azúcares y grasas que se acumulan rápidamente en el cuerpo.
Los eventos sociales también juegan un papel importante. Las barbacoas, fiestas y reuniones con amigos y familiares son comunes en vacaciones y, a menudo, incluyen abundante comida y bebida. La dificultad para controlar las porciones y la calidad de los alimentos en estos eventos puede llevar a un consumo excesivo de calorías.
Por último, aunque el verano invita a la actividad física al aire libre, muchos optan por actividades más sedentarias, como descansar en la playa. Esta disminución en la actividad física, combinada con una ingesta calórica elevada, crea el escenario perfecto para el aumento de peso.
Cambios en la dieta
Pablo Ojeda, nutricionista con más de 100.000 seguidores en Instagram, ha compartido una serie de recomendaciones en su perfil para no coger ni un kilo de más este verano.
Uno de los momentos donde más dulce se consume es en la merienda. Ojeda propone diferentes opciones para sustituir los alimentos con más grasas y azúcares, que además de engordar son perjudiciales para la salud.
En vez de elegir bollería industrial, propone consumir fruta. En verano, hay una gran variedad de frutas disponibles. Están compuestas en su mayor parte por agua y ofrecen una sensación refrescante y dulce en esta época del año. Además, no sólo son un alimento delicioso, sino que son muy saludables. Ayudan a mantener la dieta y son ricas en vitaminas y minerales.
Hidratación
La necesidad de refrescarnos para combatir las altas temperaturas, junto con una mayor vida social, hacen que en verano aumente considerablemente el consumo de bebidas azucaradas. Este nutricionista propone tomar zumos naturales o smothies en sustitución de los tradicionales refrescos. Otra opción pueden ser las infusiones frías o limonadas caseras.
Lácteos
Los yogures son un clásico en todas las casas en cualquier época del año. Pero, pese a la creencia popular de que son un postre saludable, muchos de ellos contienen una gran cantidad de azúcares. A la hora de realizar la compra, es muy importante fijarse en su composición. Para que un yogur sea saludable no debe contener más de 4 ingredientes. Según la nutricionista Boticaria García, el mejor yogur contiene un 3% de grasa, un 4% de azúcar y un 3% de proteína.
Otras alternativas
Una opción saludable, además de deliciosa, es comprar un bote más grande de yogur y preparar nuestros propios boles en casa a los que añadir fruta, granola casera o una onza de chocolate negro para darle un toque dulce.
Otras propuestas de Pablo son sustituir las patatas fritas por palitos de zanahoria acompañados con un poco de hummus, galletas saladas por crackers de semillas, chips de bolsa por chips de boniato, barritas comerciales por barritas de frutos secos caseras, galletas comerciales por cookies de avena y cacao o batidos azucaradas por batidos de frutas.
Helados saludables
Pablo Ojeda también participa en diferentes programas de televisión y radio donde trata temas de nutrición de una manera muy interesante y aporta consejos fáciles de aplicar en el día a día. En una de sus intervenciones en el programa 'Las mañanas kiss', recomienda una técnica para hacer helado casero y consumirlo de manera más habitual sin que esto suponga descuidar la alimentación. Consiste en congelar fruta (moras, arándanos, plátanos...) y triturarla junto con un yogur griego.
Para los amantes del chocolate, Ojeda propone coger un poco de plátano congelado, albaricoque o un melocotón y mezclarlo con cacao puro para hacer nuestra propia mousse de chocolate. Las frutas como el plátano combinadas con el yogur griego o el cacao aportan un toque de cremosidad perfecto para estos postres o meriendas veraniegas.