El número de personas afectadas por diabetes no deja de aumentar, llegando a ser 537 millones de personas en el mundo y 5,3 millones en España, lo que supone que el 13,8% de los españoles mayores de 18 años tienen diabetes tipo 2. En Euskadi, los datos no son menos preocupantes, y es que, aunque la prevalencia es menor que en España, el 10,6% de la población vasca sufre esta dolencia, lo que equivale a unas 200.000 personas.

Existen diferentes tipos de diabetes siendo las más frecuentes la tipo 1, la tipo 2 y la gestacional. La diabetes tipo 1 o infanto-juvenil es distinta de la tipo 2 tanto en su causa como en su desarrollo. Aunque es más frecuente en niños, esta enfermedad crónica puede manifestarse a cualquier edad. Se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona. 

La insulina es una hormona que se encarga de transportar la glucosa y permitir su entrada en las células del organismo, donde se utilizará como energía. Esta hormona resulta imprescindible para la vida y cuando el organismo no la genera es necesario administrarla externamente. Hay diversas formas, la más habitual es por inyección subcutánea, pero también puede administrarse a través de una bomba de infusión, colocando bajo la piel del abdomen un catéter conectado a un dispositivo que inyecta las unidades de insulina programadas. 

Todavía no se conoce la causa de este tipo de diabetes ni se sabe cómo prevenirla. 

En cuanto a la diabetes tipo 2, se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre debido a que el páncreas no produce insulina o el organismo no la utiliza adecuadamente (o ambas cosas a la vez). Se trata de la forma más común de diabetes; más del 95% de las personas tienen la de tipo 2 y con frecuencia se asocia a la obesidad. 

Los síntomas son, entre otros, sensación de mucha sed, necesidad de orinar con más frecuencia de lo habitual, visión borrosa, cansancio y pérdida de peso

Hasta hace unos años este tipo solo se observaba en adultos, de ahí que se le conozca como diabetes del adulto, pero en la actualidad afecta cada vez a más niños. Con el tiempo, puede causar daños graves al organismo, sobre todo a los nervios y los vasos sanguíneos.

En cuanto a la diabetes gestacional, es aquella que aparece durante el embarazo y produce hiperglucemia, aunque con valores que, pese a ser superiores a los normales, son inferiores a los establecidos para diagnosticar diabetes. Afecta, aproximadamente, entre el 6% y el 9% de las mujeres embarazadas, siendo más propensas las mujeres con sobrepeso, o más mayores, o con antecedentes de diabetes en la familia.

Esta dolencia se diagnostica al practicar pruebas diagnósticas prenatales (curva de la glucosa), y no tanto porque la gestante refiera síntomas. No obstante, quienes la presentan tienen más riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto. Además, tanto la madre como, posiblemente, sus hijos corren más riesgo de sufrir diabetes de tipo 2 en el futuro.

Ojo a los síntomas

La diabetes es una enfermedad crónica muy frecuente, cuyos síntomas pueden pasar inadvertidos, de ahí que muchas veces el diagnóstico llegue tarde, cuando el paciente presenta alguna complicación. Los síntomas son, entre otros, sensación de mucha sed, necesidad de orinar con más frecuencia de lo habitual, visión borrosa, cansancio y pérdida de peso. Las personas aquejadas corren más riesgo de sufrir problemas de salud como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, e insuficiencia renal.

Además, esta patología afecta también a los ojos, pudiendo causar ceguera por el daño de los vasos sanguíneos de la retina. El 2,6% de los casos mundiales de ceguera son a consecuencia de esta dolencia. Otra de las consecuencias que presentan las personas diabéticas son problemas en los pies debido al daño provocado a los nervios y al flujo sanguíneo insuficiente, pudiendo causar úlceras en los pies y, en última instancia, amputación.

Educación diabetológica

España destina 1.700 millones de euros del gasto sanitario anual a tratar la diabetes en personas mayores de 65 años, según Federación Española de Diabetes (FEDE), que destaca un gasto medido medio anual de 2.817 euros por persona, una cifra que, afirma, ha aumentado un 12% respecto a 2019. Con casi 6 millones de personas diabéticas en España, la Federación advierte que “esto supone un gasto de 5.809 millones de euros al año en España en pacientes con diabetes tipo 2”, y recuerda que “2.143 millones se destinan a complicaciones derivadas de la enfermedad, que podrían evitarse mediante una correcta educación diabetológica”.

Adoptar una serie de hábitos saludables como realizar actividad física, comer saludable y no fumar ayudará a prevenir, o retrasar, la aparición de la diabetes tipo 2 y sus complicaciones

Ante esta situación, el presidente de FEDE, Juan Francisco Perán, considera que contar con programas de educación para el autocontrol de esta patología, desde el momento del diagnóstico, y siempre de manera individualizada y continuada en el tiempo, “ayudaría a mejorar la calidad de vida del colectivo y de sus familiares”, además de contribuir a reducir el coste sanitario.

Por otra parte, adoptar una serie de hábitos saludables ayudará a prevenir, o retrasar, la aparición de la diabetes tipo 2 y sus complicaciones. Alcanzar y mantener un peso corporal saludable; mantenerse físicamente activo con al menos 30 minutos de ejercicio moderado cada día; seguir un régimen alimentario saludable, sin azúcar ni grasas saturadas; y no fumar tabaco, ya que aumenta las probabilidades de desarrollar esta enfermedad, son algunas de las recomendaciones que hacen los expertos. 

Día Mundial de la Diabetes

La OMS trabaja para estimular y apoyar la adopción de medidas eficaces de vigilancia, prevención y control de la diabetes y sus complicaciones. Para ello publica directrices científicas para su prevención; elabora normas y criterios sobre el diagnóstico; y sensibiliza mediante la conmemoración del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre de cada año. Además, en mayo de 2022, aprobó cinco metas mundiales relativas al tratamiento de la diabetes y la cobertura de la atención a los afectados que se deben alcanzar de aquí a 2030.

70-180

HIPOGLUCEMIA E HIPERGLUCEMIA

Se considera que estamos ante una hipoglucemia cuando la tasa de glucosa en sangre es inferior a 70 mg/dl y se acompaña de síntomas como mareo, palidez o palpitaciones, que revierten tras la toma de azúcares. La hiperglucemia se produce cuando la cantidad de glucosa en sangre es mayor de 180mg/dl, y el riñón deja escapar azúcar porque su capacidad de contención se ha superado, provocando, entre otros síntomas, aumento de la cantidad de orina, sed, hambre, cansancio, pérdida de peso y boca seca o pastosa.