En verano, y más aún en temperaturas elevadas, a casi todos nos gusta bañarnos en el mar para consentir el calor. Lo cierto es que si pasamos mucho tiempo bajo el agua o si nos encontramos en un local con mucho ruido, el oído puede llegar a infectarse o tener enfermedades como la otitis. Para prevenirlo, los expertos en salud auditiva de ALAIN AFFLELOU recomiendan:

  • Evitar zambullidas profundas y bruscas: Los expertos recomiendan entrar al mar de forma pausada y serena porque si nos metemos al agua de forma brusca o repentina a grandes alturas podemos sufrir molestias derivadas de la presión como mareos, dolor de oídos, taponamiento, etc. A su vez, si vamos a bucear, es importante prepararse bien y conocer las técnicas apropiadas del equipamiento y cómo llevarlas a cabo en el océano.
  • Reducir la humedad en los oídos: si estamos mucho tiempo en el agua podemos generar bacterias que causen infecciones como la otitis. Para prevenirlo, hay que mantener en la medida de lo posible los oídos secos, esto ayudará a que no nos duela después de meternos al agua. Para evitarlo, podemos bañarnos con tapones, cintas impermeables o gorros de baño de manera que evite la entrada de agua en los oídos.
  • Huir de baños en aguas contaminadas: Para no generar infecciones o problemas de oído, los expertos aconsejan no meterse en los pantanos o en los ríos, ya que son aguas no tratadas y que pueden tener gérmenes.
  • Proteger los oídos frente al ruido: Si vamos a conciertos, fiestas o festivales, se aconseja usar tapones que protejan el conducto auditivo y, si es posible, alejarse de los altavoces y otras fuentes directas de sonido.
  • No introducir nada en los oídos: solo necesitamos una toalla para secarnos los oídos. Los bastoncillos, gasas, aerosoles, entre otros, no son adecuados para limpiarlos o secarlos porque puede provocar daños auditivos y empujar el cerumen hacia dentro, causando desde un tapón a una infección.
  • Tener cuidado con los cambios de presión al viajar: Viajar en avión o en tren en una subida o una bajada de puerto de montaña, conllevan unos cambios de presión que pueden causar molestias auditivas. Para ello, los expertos recomiendan mascar chicle, comer un caramelo, bostezar o imitar el mismo gesto para equilibrar la presión de los oídos.
  • Hacer una revisión: Si los problemas de oído son persistentes, ya sea un taponamiento o pérdida auditiva, es aconsejable acudir a un profesional sanitario especializado para que pueda verificar el origen y poder orientar la solución más asequible. En cualquier caso, se debe hacer una revisión auditiva al menos una vez al año para prevenir problemas auditivos en el futuro.