La cirugía oncológica, la quimioterapia o la radioterapia son procesos agresivos que pueden provocar exceso de descamación en la piel, hormigueo, fotosensibilidad... Con el objetivo de cuidar adecuadamente la piel del paciente oncológico, desde el laboratorio de María D’uol descubrieron que los efectos secundarios en la dermis varían en función del tratamiento que recibe cada persona. Por ello, una vez conocido si se recurre a quimioterapia, radioterapia o cirugía, es la propia María Unceta-Barrenechea, fundadora de la firma, quien adapta el itinerario a seguir, buscando los principios activos adecuados con el objetivo de que la persona termine el tratamiento con la piel sana y perfecta.
Si la piel está correctamente hidratada y elástica va a aguantar mucho mejor la operación y va a favorecer la cicatrización
"Nuestro objetivo es que el paciente termine su tratamiento oncológico con la piel sana", explica la Unceta. Desde la prevención y el conocimiento, sabedora de que en este tipo de tratamientos la piel va a estar en contacto con la toxicidad que implican estos procesos, María D’uol Oncology, a través de sus cosméticos, ofrece la posibilidad de protegerla y cuidarla previamente para que esté impecable.
De esta forma, y en caso de tener que pasar por una cirugía, si la piel está hidratada y elástica va a aguantar mucho mejor la operación y va a favorecer la cicatrización. Si posteriormente además, el tratamiento incluye radioterapia, la piel también soportará mucho mejor la radiación ionizante que produce.
Cosmética oncológica
La experiencia aprendida durante sus más de tres décadas de actividad ha hecho posible que la firma alavesa María d'uol sea la responsable de María D’uol Oncology, primera línea cosmética pensada y formulada para prevenir, aliviar y reparar los efectos secundarios del tratamiento oncológico sobre la piel.
"Al saber que va dirigido a personas que atraviesan los momentos más delicados de su vida, he intentado siempre formular el producto más seguro, con el mayor rigor y de manera impecable”
“Si María D’uol ha sido mi gran proyecto de vida, María D’uol Oncology ha ido mucho más allá. Al saber que va dirigido a personas que atraviesan los momentos más delicados de su vida, he intentado siempre formular el producto más seguro, con el mayor rigor y de manera impecable”, matiza Unceta-Barrenechea.
Para extremar ese respeto hacia el paciente, la fundadora de María D’uol señala que a toda la investigación que requiere el proceso de búsqueda de principios activos y elaboración de prototipos, los productos de María D’uol Oncology añaden un plus aún mayor de rigor, seguridad e impecabilidad.
Con este proceder, no hay duda de que “en María D’uol Oncology cuidamos la piel y la preparamos tanto en el previo como durante el tratamiento y tras él”.
Este seguimiento tan cercano con el paciente lleva a considerar la marca mucho más que una firma de cosmética. “Todo el equipo busca dar seguridad, tranquilidad y quitar incertidumbre al enfermo, e incluso, en ocasiones, no tener que interrumpir el tratamiento oncológico por efectos secundarios en la piel”.
"En María D’uol Oncology cuidamos la piel y la preparamos tanto en el previo como durante el tratamiento y tras él”
Para su creadora, María D’uol ha conseguido crear un modelo empresarial poniendo a la persona en el centro, un reto que parte de su sueño por formular para crear productos con los que cuidar a las personas. “He conseguido aunar los valores que he defendido siempre, hacer que el mundo sea un poquito mejor desde lo que sé hacer, cuidar la piel en un momento importante en el que la persona lo necesita de verdad”, resalta.