La cirugía oncológica, la quimioterapia o la radioterapia son procesos agresivos que pueden provocar exceso de descamación en la piel, hormigueo, fotosensibilidad... Con el objetivo de cuidar la piel del paciente oncológico, desde el laboratorio de María D’uol descubrieron que según el tratamiento oncológico al que esté sometido el paciente, los efectos secundarios en la piel son diferentes. Por ello, una vez conocido el tratamiento (quimioterapia, radioterapia o cirugía), es la propia María Unceta-Barrenechea, fundadora de la firma, quien adapta el itinerario a seguir, buscando los principios activos adecuados con el objetivo de que la persona termine el tratamiento con la piel sana y perfecta.
"Nuestro objetivo es que el paciente termine su tratamiento oncológico con la piel sana", explica la fundadora. Desde la prevención y el conocimiento, sabedora de que en este tipo de tratamientos la piel va a estar en contacto con la toxicidad que implican estos procesos, María D’uol Oncology, a través de sus cosméticos, ofrece la posibilidad de protegerla y cuidarla previamente para que esté impecable.