Cuando una paciente tiene sospechas de sufrir un cáncer de mama experimenta una angustia e incertidumbre que solo puede atajarse con un diagnóstico rápido y la puesta en marcha de un tratamiento cuanto antes, una contrarreloj emocional que puede recorrerse en alrededor de solo 30 días gracias al llamado "diagnóstico rápido" que realizan hospitales como el de Vall d'Hebron de Barcelona.

Desde su puesta en marcha en 2005, más de 12.000 mujeres con sospecha de cáncer se han beneficiado del circuito de diagnóstico rápido de cáncer de mama del hospital barcelonés, que permite iniciar el tratamiento con quimioterapia o realizar la operación necesaria antes de un mes desde la primera visita.

"Esa reducción de los tiempos genera una disminución de la ansiedad. La incertidumbre cuando estás ante un proceso de cáncer es uno de los temas que más angustia genera", explica a Efe desde su despacho Ana Rodríguez-Arana, jefa de radiología de la mujer del hospital Vall d'Hebron.

"El hecho de tener un circuito en el que en el primer día la paciente sale ya atendida por varios especialistas y con una propuesta de diagnostico basada en una evaluación integral hace que diga: tengo un cáncer, sí, pero los especialistas me van a tratar y en un mes al menos ya tendré solucionada la primera parte de mi enfermedad", ha explicado.

Evaluación multimodal

Esa evaluación "multimodal" incluye ginecólogo y radiólogo, así como oncólogos, cirujanos plásticos, si es el caso, y también el apoyo psicológico, ha destacado.

De los 12.000 casos sospechosos que han pasado por este circuito, un 44% han tenido un diagnóstico de cáncer.

La media de tiempo desde el inicio del programa de diagnóstico rápido es, desde la derivación del primer médico, de 9,6 días, y desde la primera visita al hospital al inicio del tratamiento, de 27,9 días.

El año 2021, Vall d'Hebron realizó en su hospital universitario más de 550 cirugías por cáncer de mama (y 36 cirugías profilácticas más por alto riesgo de desarrollar cáncer de mama), de las que un 74% fueron cirugías conservadoras de la mama y un 26% mastectomías.

Entre otros pacientes que ya han transitado el proceso está Marta, de 33 años, que hace un año y medio fue diagnosticada de cáncer de mama durante un control anual y acudió a Vall d'Hebron.

"Me citaron muy rápido, no pasó ni una semana, hicimos la visita y las pruebas y en menos de un mes ya me habían intervenido", cuenta a Efe.

"Me he sentido muy apoyada por el hospital y los profesionales. Cuando te diagnostican un cáncer te puedes sentir como ante un abismo y es muy importante que todo vaya rápido porque en una enfermedad así sabes que el tiempo corre en tu contra", añade.

La paciente anima a todas las mujeres a no dejar pasar ningún control o revisión anual y a pedir ayuda "sin miedo".

Ingrid Faura, enfermera gestora de los casos del circuito de diagnóstico rápido de Vall d'Hebron, explica que afortunadamente cada vez los pacientes son más conscientes y se autoexploran y palpan más y acuden sin demora al CAP o ginecólogo si ven "algo raro".

"Bajó un poco el ritmo durante el covid, pero ahora ya se está recuperado el ritmo", añade.

Faura calcula que cada día evalúan entre 4 y 8 casos sospechosos de cáncer de mama en el circuito de diagnóstico rápido.

Por su parte, el ginecólogo Martín Espinosa Bravo, jefe de la unidad de patología mamaria del mismo hospital, ha recordado que más allá del circuito de diagnóstico rápido, Salud tiene el programa de detección precoz para mujeres asintomáticas de entre 50 y 70 años a la que se les hace una mamografía cada dos años.

"Permite detectar de forma precoz pequeños tumores y prevenir así cánceres más agresivos", ha apuntado.