“Debutar con el Biarritz fue una experiencia increíble”

El pasado viernes se estrenó con el primer equipo del Biarritz en la segunda división del rugby francés, frente al Béziers en Aguilera (17-42). ¿Cómo vivió esa experiencia?

–Fue una experiencia increíble. Era mi sueño desde que llegué aquí. Encima, pude debutar después de una temporada bastante complicada, porque estuve siete meses sin poder jugar por una lesión en el hombro. Justo este era el primer partido que podía jugar y me tocó hacerlo. Y encima, en Aguilera. Me dijeron el jueves que jugaría yo. Ese día y el viernes tuve bastantes nervios, pero sobre todo muchas ganas de jugar. Fue una pena por el resultado, pero para mí, que soy de Beasain, salir al campo con una canción de Sorotan Bele, con las gradas bastante llenas de gente y todo el ambiente, fue increíble.

¿Cómo fue el partido?

–Tuve buenas sensaciones, pero fue un partido duro. El resultado fue una pena, pero el equipo hizo todo lo posible para ganar.

Jugó como ocho, aunque también ha jugado como segunda línea.

–Yo soy tercera línea, flanker, pero en los espoirs, por lesiones de otros jugadores, he jugado también de segunda y puedo jugar en esa posición tranquilamente. Jugar como ocho cambia un poco, pero me sentí cómodo y estoy contento. 

Comenzó a jugar a rugby en la cantera del Ordizia. ¿Cómo se aficionó a este deporte?

–Me quedé fuera del equipo de fútbol de Beasain, y a raíz de eso me apunté al rugby. También jugaba a pelota, pero lo dejé todo y con diez u once años empecé a jugar en Ordizia. Conocía el deporte porque un amigo mío estaba apuntado y por lo que nos enseñaron en la ikastola, pero casi nada. 

Le enganchó…

–Desde el segundo año me empezó a gustar cada vez más, hasta que se convirtió en mi pasión. Le he dedicado bastantes horas de trabajo. 

“Para mí, que soy de Beasain, salir al campo con una canción de ‘Sorotan Bele’ y con todo el ambiente fue increíble”

¿Cómo fue el salto al Biarritz?

–Me fui al Biarritz en la temporada 2019-20, justo el año del covid, cuando tenía 16 años, y luego he jugado en el equipo espoir. Ir a Biarritz fue muy inesperado. Estaba jugando con unos amigos y mi padre me llamó. Fui corriendo a casa y me dijo que existía la oportunidad de venir a entrenar a Biarritz, y yo le dije que sí, que me iba, sin pensarlo dos veces. Me llamaron para probar porque el entrenador de la delantera del Biarritz conocía a Santos Regil –exentrenador y exdirector deportivo del Ordizia–. Hice un entrenamiento y me dijeron que querían que jugara con ellos. Y aquí estamos. Al llegar, tuve como compañeros a Kerman Aurrekoetxea –que continúa en el Biarritz– y a Gorbei Allende, que me acogieron muy bien. Y también estaba Lucas Santamaría –ahora en el Saint Jean de Luz Olympique, con Allende–. La adaptación fue muy fácil. Había un muy buen equipo y muy buen ambiente. Cuando vine al equipo sub-18 veía muy lejos a los espoir.

¿Cómo es su día a día en Biarritz?

–Vivo al lado del estadio. Nos levantamos sobre las siete o siete y media. Vamos al club, desayunamos, y marcamos el peso y cómo nos sentimos físicamente. Si nos entrenamos con el primer equipo por la mañana, hacemos vídeo y gimnasio a la tarde, y al revés. Y después, a descansar a casa y hacer algo de la universidad. 

¿Cómo se las arregla con el francés?

–En la ikastola aprendí francés desde sexto de Primaria, y se me da bastante bien. 

 ¿Y con los estudios?

–Estudio Magisterio online en Mondragon Unibertsitatea, y me quedan este año y el siguiente. Se hace un poco duro, pero si te organizas bien… Lo llevo bastante bien. 

“Me gustaría estar muchos años como profesional en Francia y jugar en el Top 14. Y jugar el Mundial también, claro”

¿Sigue al Ordizia?

–Sigo yendo a los partidos de Altamira cuando puedo, y a veces veo los partidos por Internet. Lo sigo muy de cerca. Prácticamente toda mi cuadrilla juega a rugby. Le tengo mucho cariño al Ordizia, claro. 

¿Coincidió con algún jugador de la primera plantilla?

–Con Erlantz Garmendia, Anthony Nazabal, Gorka Elosua, Xiker Larrea, que ha debutado este año, Gaizka Gaztañaga… Hemos jugado toda la vida juntos. Aunque sea dos años mayor, también he jugado con Alain Araña.

¿Cómo está viendo la temporada del Ordizia?

–No empezaron de la mejor manera posible, pero creo que ahora están jugando bien y de cara a final de temporada harán buenos partidos. Es un equipo joven y, con un entrenador nuevo, está en proceso de hacerse. Tiene jugadores con calidad y creo que la temporada que viene va a ser mejor que esta. 

Al Biarritz le quedan tres jornadas para acabar la liga y se encuentra en la mitad de la tabla...

–Todavía hay alguna posibilidad de clasificarse para el play-off, pero solo pensamos en acabar bien la temporada. Nuestro objetivo es jugar bien y ganar partidos, y venga lo que venga estaremos preparados. 

Más allá de esta temporada, ¿qué planes tiene de cara al futuro?

–Intento no pensar mucho en el futuro, porque esta temporada no he jugado mucho y quiero exprimir todo lo que queda. Luego ya pensaremos en la siguiente. 

¿Le gustaría continuar en Biarritz?

–Sí (rotundo), claro. 

El año pasado también debutó con la selección española absoluta. 

–Mi debut con España me pilló totalmente de sorpresa. Me llamaron para ir como reserva frente a los Barbarians, pero al final me tuvieron que llamar y jugué contra los Barbarians. Fue increíble. El partido fue en El Molinón, que es un estadio que siempre había visto por televisión desde pequeño, contra los Barbarians, que es jugar contra leyendas. También jugué contra Canadá. Solo fue una semana, pero fue una experiencia muy bonita. Coincidí con Fernando López. Nunca había jugado con él, pero le conocía de Ordizia y me hizo ilusión jugar juntos. Creo que era su último partido, y mi debut oficial con España. 

“Sigo muy de cerca al Ordizia. Prácticamente toda mi cuadrilla juega a rugby. Le tengo mucho cariño al club”

¿Cuál sería su sueño en el mundo del rugby?

–Me gustaría estar muchos años como profesional en Francia y jugar en el Top 14. Jugar en la máxima categoría ha sido mi sueño desde pequeño, desde que veía partidos. Y jugar el Mundial, también, claro. Y siempre digo que me quiero retirar en el Ordizia, así que algún día volveré a Altamira, seguro.