“Si fuera Korta, repetiría trainera”
El constructor Amilibia defiende la navegabilidad con mala mar del bote que causa furor en las ciabogas
Orio. “Andáis los periodistas nerviosos desde el domingo, cuando Asier Zurinaga dijo que no había forma de gobernar la puta trainera”. Nada más llegar a su astillero en Arratola Aldea, Juan Luis Amilibia (Orio, 72 años) se hace eco de la expectación que ha generado su última perla, la trainera con la que Kaiku ha apabullado en la Liga San Miguel, pero también la misma con la que la Bandera de La Concha se puso cuesta arriba el domingo. “No nos podemos quejar de la publicidad que nos hizo Zurinaga. No se habló de otra cosa el domingo”, aprecia el constructor que abasteció a los 24 clubes de la clasificatoria.
Ese jueves, Kaiku bogó con la trainera verde, la tradicional, pero el domingo recurrió a la negra, ese bote aplatanado que derrapa en las ciabogas y gira en un santiamén, y que tan gran resultado ha dado a los únicos clubes que la poseen: Kaiku -líder de la Liga San Miguel- y Busturialdea-Elantxobe -campeón de la ARC-2 y ascendido a la ARC-1-. Su proa y su popa son algo más altas y la línea de flotación algo más estrecha, lo que dota al barco de una gran maniobrabilidad, vital en las ciabogas: apenas se frena, por lo que la banda de estribor se ahorra mucho esfuerzo al no tener que forzar tanto para relanzar el bote, que en cada ciaboga viene a sacar más de un segundo a sus rivales.
Desde que Amilibia fundó su astillero en 1968 y en los 70 se inició en el banco fijo, ha construido tres modelos de traineras: “A cada modelo hay que darle una vida en el mercado. Si hemos sacado el tercero es porque, aunque la idea estaba ahí desde hace mucho, hemos tenido tiempo para trabajar porque en dos años solo habíamos vendido dos traineras. La crisis también afecta a los clubes”. De hecho, “la trainera de Kaiku, la probaron en 2010 Kaiku y San Pedro, pero ha estado un año cogiendo polvo en el taller, esperando comprador”. Ahora es cuando “tenemos varias solicitudes”.
De su segundo molde salieron “el 95%” de las traineras actuales, porque Amilibia monopoliza el mercado: “¿Monopolio? Si lo tenemos, es porque nos lo habremos ganado”, puntualiza. Su tercera evolución es la última joya de la corona, más fina en su línea de flotación. “Si en la obra viva -la parte del casco que va sumergida- le hemos quitado tres o cuatro litros de volumen, arriba, en la obra muerta -la parte que sobresale del agua- hemos gando veinte o veinticinco en todo el ancho de la trainera para respetar las medidas del reglamento. Esto también es una ventaja en un día de temporal, porque hay más volumen arriba”. Como contrapunto, la embarcación es más sensible y, por tanto, exige mucho tiento al patrón. Y como la mala mar del pasado domingo inundó la Bizkaitarra, no hubo forma de traer derecha la embarcación. Para colmo, Urdaibai lo bordó con Gorka Aranberri como gran Mesías en popare, y logró un amplio triunfo “con un bote más marinero”, hurgó en la herida José Manuel Francisco.
Cuando el jueves se hizo esta entrevista, Amilibia aún no había hablado con Korta: “Lo haré antes del domingo. He querido que pasasen unos días, porque no lo ha tenido que pasar bien. Pero, en mi opinión, no se equivocó al elegir la trainera. Yo hubiera hecho lo mismo. Esta trainera es muy marinera. ¿Ingobernable? De acuerdo, pero en los dos sentidos: es más sensible para sufrir una guiñada, pero también para corregir”. Para mañana, se esperan olas de más de dos metros, pero Amilibia no lo duda: “Si yo fuera Korta, repetiría trainera”.
Su razonamiento no se basa tanto en la influencia de la trainera, sino en la diferencia de calles: “Gorka Aranberri hizo una regata de diez, pero de diez por la calle cuatro. Pero, ¿cómo habría planteado la regata por la calle uno? Habría tenido que repetir la regata de Kaiku”.
A su juicio, “la calle uno era la peor, les entró agua, se vieron por detrás y la cabeza pesó, mientras Urdaibai, que casi no llevaba agua,se creció. Tras la ciaboga quisieron ir hacia la cuatro para coger luego las olas, y mientras recorrían más metros Urdaibai empopó y se escapó”, hasta el punto de dejar la bandera “casi sentenciada. Deberían darse las mismas condiciones, a favor de Kaiku. Salvo hecatombe, ganará Urdaibai”.
Afición y profesionalidad Como oriotarra y uno de los fundadores del CRO Orio, en cuya directiva pasó 18 años, Amilibia entiende que “algunos piensan que paso información a Orio, y eso es falso. Por un lado está la afición, y por otro la profesionalidad. Todos los clubes son clientes, y reciben el mismo trato”. Aunque, el descenso de Orio le ha “apenado. Antes vivía muchísimo el remo, pero con la edad te vas aplacando. Pierdes fuerza, y antes de hacer un esfuerzo lo tienes que pensar. Y con los enfados se van muchas fuerzas”, que, por otra parte, le sobran para seguir al frente de la veintena de trabajadores de una empresa cuya gerente es su hija Ainhoa. “¿Jubilarme yo? Esto es mi hobbie, si me jubilo, me muero. Si alguien sabe hacer algo, ¿por qué se va a apartar?”. Sabe que su trainera “tiene margen de mejora, pero habría que invertir mucho en pruebas de canal, maquetas...”.