donostia. Entonces no lo sabían, pero el 8 de agosto de 2010 Kaiku revalidó en Pedreña su título estatal, que sería la última victoria de aquella tripulación que recibió el apelativo de galáctica al ganar doce regatas seguidas en año y medio. A la decimotercera, hincó la rodilla ante Urdaibai en La Concha. En las mismas aguas, la Bizkaitarra, reciente campeona vizcaina, se lució sobre una mar tranquila como el campo de golf pedreñero y embocó en su palmarés la Bandera Marina de Cudeyo. José Luis Korta repitió la alineación que le llevó al triunfo en Bilbao y que abrió la temporada con la cuarta plaza en Camargo. De aquellos catorce galácticos, ayer bogaron los diez que quedan en Sestao.
Los sestaotarras distanciaron en doce segundos a Urdaibai, que recuperó el liderato en la liga. Además, el patrón de la Bou Bizkaia, Gorka Aranberri, el mejor ayer -como en Moaña-, lidera la tabla de timoneles con un punto sobre David Álvarez (Tirán) y Ioseba Amunarriz (Hondarribia), segundo y tercero en la regata de Pedreña. Los dos lideratos ejercen de bálsamo en Bermeo, que vive sus días más agitados como consecuencia de la Operación Estrobo.
La mar parecía un campo de golf, sí, pero con ese césped alto que frena la pelota, en el caso de ayer las traineras. Por la calle cuatro, muy temida en el ventoso campo de Pedreña -en el estatal bogó por la uno, que ayer fue complicada por la corriente-, Kaiku encontró una autopista hacia el cielo. Tras un primer largo muy igualado junto a Urdaibai, Astillero y San Juan, trató de abrir hueco a la salida de la ciaboga. Sin embargo, Urdaibai aguantó el tirón hasta que al final de la recta cedió unos segundos cuando Aranberri se vio obligado a dejar la calle dos para buscar su baliza uno. San Juan y Astillero sufrían, pero llegaron con vida a la segunda maniobra.
El viento del noroeste -que perjudicó algo más a la primera tanda, con una velocidad de 10,6 km/h por 7,2 en la segunda- convirtió los largos de ida en los jueces de la regata, y estos se rigieron por la ley de los vatios. Así, con el aire de proa, Kaiku terminó de escaparse en el tercer largo, a un fuerte ritmo de 37-38 paladas por minuto, que aumentaron en el último largo, el único en el que no marcaron la mejor referencia, al quedar a un segundo de San Juan, al igualar el parcial de Hondarribia.
Los de Igor Makazaga se hicieron con la cuarta plaza, en una pugna muy cerrada con Astillero, Hondarribia y Tirán. La tercera fue para Pedreña, que se creció ante su afición. La Seve Ballesteros lideró siempre su tanda, pero no descolgó a Hondarribia y Tirán hasta el tercer largo. La Ama Guadalupekoa viró por detrás de la Ruly, pero remontó al sacar petróleo de la calle 4, mientras Tirán se fue a la uno, que no parecía la mejor para volver. Zumaia, por su parte, se descolgó en el primer largo, pero sus chavales no acusaron el golpe y sellaron una digna octava plaza.
Los cuatro botes de esta tanda mejoraron a los de la primera, que sufrió las peores condiciones por el viento -letal en los largos de ida- y los coletazos de la pleamar. Orio y Castro libraron un pulso de orgullo por las calles de fuera, mientras San Pedro y Camargo padecían por dentro. Al final, la Mirotza salió airosa y se acerca a dos puntos de la Libia, que, junto a la Virgen del Carmen, son las primeras traineras que ceden más de un minuto a la ganadora.