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“Visitar El Sadar va a ser especial porque Pamplona es mi casa”

Felipe Sánchez Mateos, pacense de nacimiento y navarro de adopción, dio sus primeros pasos como entrenador en Osasuna, al que visita el sábado como técnico asistente de la Real

“Visitar El Sadar va a ser especial porque Pamplona es mi casa”Patxi Cascante

Entre los integrantes del cuerpo técnico de Sergio Francisco, entrenador de la Real Sociedad desde el pasado verano, se encuentra Felipe Sánchez Mateos (Granja de Torrehermosa, Badajoz, 21/4/1986), un extremeño con un fuerte vínculo con Pamplona. Y es que completó en la Universidad de Navarra sus estudios de Periodismo, está casado desde hace nueve años con una navarra (Arantza), una de sus dos hijas (Olivia, la otra se llama Martina y tiene casi cuatro años y medio) nació en Pamplona en marzo de 2023 y además dio sus primeros pasos como técnico de fútbol en la cantera de Osasuna, entre 2011 y 2015. Ahora, tras pasar los últimos 10 años en el extranjero —primero formándose en Qatar y luego como ayudante de Miguel Ángel Ramírez en Ecuador y de Francesco Farioli en Turquía, Francia y Países Bajos—, este extremeño afincado en Navarra se acerca a la que considera su casa. Y muy cerca de ella, concretamente en un local de hostelería ubicado en Mutilva, accede a contestar las preguntas de este periódico antes del Osasuna-Real Sociedad de este próximo sábado a las 18.30 horas en El Sadar.

El sábado se va a enfrentar con el equipo en el que dio sus primeros pasos como entrenador.

Para mí es muy especial porque me siento más de Pamplona que de cualquier otra parte, por todo lo que he vivido aquí, porque mi mujer es de aquí, porque mi hija mayor está deseando ver un partido de Osasuna y conocer el estadio…

¿Va a ir toda la familia al campo?

Sí, mi mujer, mis dos hijas y mis suegros, que irán de apoyo.

¿Serán cinco hinchas más de la Real o de Osasuna?

Hmmm… Espero que de donde sea el padre, pero lo cierto es que son de Osasuna. 

Felipe Sánchez Mateos, durante un entrenamiento en Zubieta.

¿Por qué un extremeño como usted se siente de Pamplona?

Porque me vine a Pamplona con 18 años a estudiar Periodismo y, excepto durante unos meses que salí a aprender inglés, estuve hasta los 28-29. Fueron 10 años en Pamplona y ahora llevo 10 años fuera y, cuando he vuelto a casa, he venido a Pamplona, porque mi vida está aquí. Cuando estaba fuera, mi sitio al que volver era Pamplona. Y más allá de eso, también tengo a mi familia, tengo amigos. De hecho, esta semana estuve tomando un café con Javi Lerga, con el que coincidí en el juvenil de Osasuna y en el Promesas. También suelo quedar con Manolos Los Arcos, con el que también estuve durante mi etapa en Osasuna. Y en el amistoso que jugamos en verano con Osasuna fue muy chulo volver a encontrarme a gente que no veía desde hace 10-12 años, como Barja, al que entrené siendo juvenil.

¿A quién más?

De los que está ahora, sólo a Barja, pero el otro día me reencontré con Álex Berenguer en el partido contra el Athletic, en Vigo estuve con Jose García, que vino a ver a su amigo Aihen Muñoz. Y de los que no están, también entrené a Unai García, David García, Mikel Merino

Vaya hornada.

Sí, pero creo que ayudó mucho que el equipo bajara a Segunda y que no hubiera muchas posibilidades económicas, no sé si en otro momento los Berenguer y Mikel Merino hubieran dado ese paso tan claro, pero sí, vaya hornada. Si ves cómo hablan de Mikel Merino en Zubieta… Es como un dios.

Dejó juego, goles y dinero.

Y sobre todo se le valora por lo que transmitía en el día a día, por la exigencia, el ejemplo que daba y por cómo elevaba el nivel de los entrenamientos.

Tras pasar por Osasuna, estuvo aprendiendo y ejerciendo de entrenador ayudante en Qatar, Ecuador, Turquía, Francia y Países Bajos. ¿Cómo acaba en la Real Sociedad?

Después de perder la Liga con el Ajax y estando de vacaciones, recibo una llamada de Erik Bretos, director deportivo de la Real Sociedad, y, poniendo todo en una balanza, lo profesional y lo personal, decido aceptar la propuesta porque es una oportunidad muy buena para estar cerca de la familia, en un club que está muy bien y con un proyecto muy chulo.

Ha sido su reencuentro con Erik Bretos, director deportivo de la Real Sociedad, con el que escribió un blog, El diván del fútbol, hace ya muchos años.

Ya el año pasado fue como cerrar el círculo cuando vinimos a jugar con el Ajax a San Sebastián en Europa League. Fueron unos días muy bonitos en los que volví a encontrarme con él y también con Roberto Olabe, que fue el que me llevó a Qatar a una especie de universidad del fútbol. Vi a amigos a los que hacía tiempo que no veía… Si aquello fue como cerrar el círculo, lo de ahora es como la cuadratura perfecta, porque supone volver a trabajar juntos otra vez.

Sánchez Mateos, en la imagen a la derecha de Roberto Olabe, visitó Anoeta en una charla de Farioli (en el centro) en 2023

Fueron, con ese blog, una fuente de inspiración para muchos, ¿no?

Fue una época muy chula donde coincidimos una serie de gente con la misma inquietud, donde había dos o tres blogs, porque en ese momento no eran ni páginas web. Nos juntamos unos cuantos que ahora o están en la pomada del periodismo, como Miguel Quintana, o en el mundo del fútbol profesional, de entrenadores, como yo, o de ojeadores, en la dirección deportiva de algún club o como agentes de jugadores.

¿Desde cuándo supo que quería ser entrenador?

Desde pequeño, pero, cuando lo comenté en casa, mi padre me dijo que primero estudiara una carrera. Como sabía que no iba a ser jugador, creía que había dos vías para llegar al mundo del fútbol: las ciencias del deporte y el periodismo. Opté por la segunda y durante la carrera pude sacarme el título de entrenador.