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Una Real con muchas más luces que sombras cae en Barcelona (2-1)

El equipo de Sergio, que se topó con el larguero, cede en la segunda parte tras la entrada de Lamine Yamal

Una Real con muchas más luces que sombras cae en Barcelona (2-1)N.G.

Una Real con muchas más luces que sombras ha caído ante el Barcelona (2-1) en el Estadi Olímpic Lluís Companys en un encuentro en el que se adelantó por mediación de Álvaro Odriozola, uno de los varios poco habituales del once de Sergio Francisco, y encajó el segundo, obra de Lewandowski, ya en la segunda parte.

Con una Real bien plantada, ha habido que esperar a los 26 minutos para que Ćaleta-Car evitara un remate del Barcelona enviando un balón a córner tras un disparo de Lewandowski.

El conjunto de Sergio Francisco ha cuajado una buena primera mitad, coronada por una excelente actuación de Álex Remiro bajo palos, que ha sacado tres balones en boca de gol.

Aun así, el equipo guipuzcoano no se ha venido abajo y en una de las certeras contras de las que ha dispuesto, Ander Barrenetxea ha firmado la tercera asistencia de gol para Álvaro Odriozola, que ha entrado en el once titular después de que Jon Mikel Aramburu se lesionara en el descanso.

A dos minutos del descanso, el barcelonista Jules Koundé se ha elevado en el primer palo y ha rematado un saque de esquina que ha supuesto la igualada al final de los primeros 45 minutos, y que había sido protestado por la defensa realista, al interpretar que Araujo había sido el último en tocarla.

Una Real más ofensiva

Como ha ocurrido en la primera parte, la Real ha saltado al campo bien plantada, cortando bien las líneas de pase y consciente de cuándo arriesgar y cuándo no. Así, en los primeros cinco minutos ya ha dispuesto de dos buenas aproximaciones: un centro que Barrenetxea no ha sabido con qué rematar; y una asistencia del propio jugador donostiarra desde la línea de fondo que no ha encontrado rematador.

Turno para los cambios: Álvaro Odriozola, pese a su buen partido, acusa la inactividad y debe dejar su sitio a Sergio Gómez (con Aihen a banda cambiada, por la derecha), que ha entrado junto a Take Kubo (por Gonçalo Guedes); mientras que en las filas locales, Dani Olmo ya había entrado en el descanso por Dro, mientras que Flick ya no ha querido esperar más para que entrara Lamine Yamal.

En la primera intervención del futbolista, que regresa de su lesión, se ha aprovechado de un robo de balón para servir un balón perfecto a Robert Lewandowski (2-1).

Sin amilanarse, la Real, que ha vuelto de los vestuarios más ofensiva que en la primera parte, ha dispuesto de dos ocasiones consecutivas para empatar, ambas en las botas de Mikel Oyarzabal: primero, en un uno contra uno el que la defensa local se durmió; y después, en el saque de esquina posterior.

Más cambios

La Real vuelve a sacudir el árbol: Beñat Turrientes y Pablo Marín dejan su sitio a Carlso Soler y Brais Méndez, con su máscara de protección nasal a unos 20 minutos para el final.

El equipo realista sigue de cara y pese a la gran presión que quiere practicar el Barcelona para finiquitar el duelo por la vía rápida (se ha topado de nuevo con Remiro), la Real encuentra los caminos hacia la portería local. Ahora ha sido Take Kubo quien se ha topado con el palo en una jugada que habría sido invalidada por fuera de juego, como le ha pasado a Lamine Yamal en la jugada siguiente. Hubiera sido el 3-1.

Más cambios en el Barcelona: Ferran Torres entra por Rashford y Eric García por Gerard Martín. Últimos 10 minutos para el final.

Pocos minutos después, Álex Remiro ha dado la alarma, al sentarse en el suelo por algún problema físico. Ha calentado Unai Marrero y la Real ha detenido el quinto cambio, el de Umar Sadiq, aunque al final ha entrado el atacante de Kaduna por Ander Barrenetxea. Oyarzabal pasa a la banda.

¡Doble larguero!

En esas, la Real ha dispuesto del gol del empate en una gran jugada por la banda izquierda que ha terminado en Take Kubo, cuyo zurdazo se ha estrellado en el larguero. En el contraataque, por su parte, ha sido el equipo culé el que se ha dado de bruces con el travesaño.

En los últimos minutos, ambos equipos han dispuesto de aproximaciones, aunque sin acierto de cara al marco rival. Con este 2-1, pese a la derrota, la Real regresa a Donostia con muchas mejores sensaciones que su último desplazamiento a Sevilla, donde cayó ante el Betis. Le toca construir a partir de estas buenas sensaciones.