Bienvenidos al show de Barrene (1-0)
Una brillante actuación del extremo, que asistió a Oyarzabal en el gol, da la primera y más importante victoria a la Real de Sergio
Dicen que cuando alguien busca una venganza tiene que cavar dos tumbas, pero esta vez la Real Sociedad por fin logró tomarse la revancha del Mallorca logrando un triunfo de oro en la primera final que se recuerda en septiembre. Lo hizo bailando al son que marcó Barrenetxea. A nadie se le escapa que es de largo el realista más en forma en este inicio de campeonato. Aun así, porque el talento siempre estará bajo sospecha, algunos le exigían que tenía que ser mucho más decisivo. Su respuesta fue simplemente espectacular. Una exhibición maravillosa de un extremo que cuando está tocado por la varita parece imparable. Un canterano al que se le cae la clase de los bolsillos, que te sale por las dos piernas o te tira un caño. Encima esta vez conectó muy bien con su amigo Oyarzabal, con el que fabricó varias ocasiones antes de asistirle en el gol. Cierto es que tiene que afinar su puntería, porque no es normal que se le escapen tantas ocasiones claras para anotar. Su actuación era tan portentosa que incluso pareció tener el don de la ubicuidad y le pitaron un increíble penalti por una supuesta mano que era imposible tener más pegada al cuerpo. Sucedió en el minuto 80 y fue el momento drama que respiró un Anoeta en familia, con algo más de 22.000 espectadores, los más fieles, que al final disfrutaron por fin de que su equipo se pusiera por delante y que se acabara llevando un triunfo cuya justicia no admite ninguna discusión.
Todos éramos plenamente conscientes de que el éxito solo iba a llegar con sufrimiento. Que cuando te metes en un charco así, lo normal es que saques el pie con una victoria ajustada y frente a un adversario tan correoso en lugar de por una goleada. Eso no se suele dar, y menos aún en la Real, con un equipo que no tiene mucho gol. Como es normal, la grada asistió encogida a los últimos minutos, pero hasta lo dio por bueno al final.
En los últimos años muchas veces ponemos el grito en el cielo porque los horarios han afectado notablemente a la Real. La justificación de LaLiga siempre ha sido que “unas veces te benefician y otras te perjudican”. Ha costado, pero, para ser justos, hay que reconocer que, en un encuentro de máxima importancia entre dos equipos en crisis que todavía no conocen la victoria, a uno de ellos le han hecho una canallada y en esta ocasión no ha sido al cuadro txuri-urdin. El Mallorca recibió al Atlético de Madrid, con todo lo que ello conlleva, el domingo, es decir casi 48 horas después del Betis-Real y este mismo sábado recibe al Alavés a partir de las 18.30 horas, mientras que los donostiarras se enfrentan en Montjuic a esa misma hora al Barcelona. Si cuando les perjudican nos quejamos y elevamos el tono, cuando les benefician es honesto destacarlo porque no compitieron de salida en igualdad de condiciones. Aquí se dice.
Carlos Soler, titular
En un encuentro en el que personalmente se jugaba mucho, más incluso de lo que seguro se quería imaginar, Sergio Francisco sentó a Pablo Marín para dar entrada a Carlos Soler. No crean, también es importante proteger a un canterano cuando las cosas no le salen redondas y comienza a formarse un runrún a su alrededor que puede acabar haciéndole daño. Y para Soler siempre es más cómodo sentirse arropado en casa sin haber hecho pretemporada. El resto, lo esperado, con el tridente de la Champions arriba, por lo que los tobillos de Kubo y de Barrenetxea se habían recuperado bien.
Jagoba Arrasate, un técnico que no le sienta muy bien a la Real por lo bien que le conoce, lo que multiplicaba la dificultad del choque, se decantó por alinear una zaga de cinco hombres (más zorro que nadie, el sábado dijo que habían estado mejor con cuatro), además de un pivote defensivo como Mascarell por delante y dos puntas, Muriqi y el cedido Mateo Joseph, para descargar balones y jugar de cara con Pablo Torre, que estuvo a punto de vestir de txuri-urdin hace ya unos cuantos años pero se echó atrás.
Buen comienzo
La Real volvió a ser muy superior en la primera parte, pero, una vez más, fue incapaz de adelantarse en el marcador. Los realistas encerraron en su área al Mallorca, que, dicho sea de paso, no estaba nada incómodo en ese papel, aunque les costó demasiado generar ocasiones. El planteamiento de Arrasate fue colocar un autobús, algo más propio de su predecesor Javier Aguirre que de su propio historial, conocedor de que la impaciencia local iba a ir en aumento y se podía convertir en su mejor aliada. La Real siempre bailó al son de un omnipresente Barrenetxea, a quien le faltó asistir y marcar. A los pocos minutos, Mascarell metió la mano donde no debía y desvió una pelota que dominaba el 7 txuri-urdin. Peores penaltis hemos visto pitar desde que está el VAR, pero en esta ocasión estaba justo cenando. A los 18 minutos, el extremo combinó con Sergio Gómez y su remate final lo salvó Leo Román. Barrene botó con rapidez en corto el córner y Kubo sirvió un balón perfecto para que Aramburu solo tuviera que empujarlo a la red a un metro de la portería y sin oposición, pero se obcecó en no mandarla arriba y la picó demasiado, por lo que acabó saliendo cerca del travesaño. De no creer. Poco después, Oyarzabal buscó a Barrenetxea y éste finalizó de forma muy desviada. A continuación el Mallorca hizo acto de presencia en el área local con un cabezazo de Antonio Sánchez que detuvo Remiro. El susto grande llegó en el 24, en un balón largo a Mateo, que recortó dentro del área y su disparo lo salvó con una buena parada el navarro.
¿Quién ha sido el mejor?
La afición de la Real Sociedad opina: ¿quién ha sido el mejor jugador contra el Mallorca?
- 0 votos
- 0 votos
- 0 votos
- 3 votos
- 3 votos
- 6 votos
- 1 votos
- 2 votos
- 3 votos
- 5 votos
- 1 votos
- 27 votos
- 0 votos
- 133 votos
- 2 votos
- 4 votos
Tras unos minutos de toma y daca, con poco control de ninguno, Barrenetxea desperdició otra ocasión incomprensible al botarle la pelota antes del golpeo tras recibir un gran pase de Oyarzabal. La última acción fue un centro de Kubo que casi coló en su propia portería el recién incorporado y conocido villano Samu Costa.
Lo dicho, el resumen fue que cuando es superior, la Real no consigue plasmarlo en el marcador, lo que provoca que esté mucho más expuesta cuando lleguen los malos momentos…
Y llegó el gol
En la reanudación, la Real volvió a entrar mejor y un centro de Aramburu lo cabeceó alto Oyarzabal. A los tres minutos, Soler cortó una pelota, combinaron el 10, Kubo y Barrenetxea antes de que éste asistiera al capitán para que empujara la pelota a la red. Golazo. Los realistas dominaban y trataron de doblar su renta, pero, tras una larga diagonal de Kubo, Soler y luego Barrenetxea se toparon con el meta. Después de una ocasión clarísima de Kubo, que definió de forma precipitada y poco certera, en una pelota en la que Zubeldia perdió el sitio, Mateo se quedó solo ante Remiro y la picadita se le quedó muy corta. El balón suelto lo cortó Aramburu sin cometer penalti sobre el propio delantero cedido por el Leeds.
Sin dominar, ni ser mejores, el Mallorca se encontró con que en el minuto 80 el colegiado señaló un penalti asombroso por una supuesta mano de Barrene que se vio obligado a corregir con el VAR.
Ya llueve menos y a otra cosa, que era muy tarde. La primera piedra, la más complicada de poner, se colocó ayer con el triunfo ante un Mallorca al que se le tenía ganas. Un sólido pilar en el que debe sustentarse la remontada y situarse en una posición más acorde al nivel de esta plantilla. Una fórmula ya conocida por todos: 1-0 con gol del de siempre. Esta vez con un ingrediente añadido diferente, el show de un Barrene desatado.