El técnico del Girona, Míchel Sánchez, ha reivindicado este sábado que la permanencia en Primera División es "un éxito", porque es el objetivo "más importante" para el crecimiento del club, pero ha admitido que la entidad y el equipo deben analizar las cosas que se han hecho mal y hacer "autocrítica". En vísperas de visitar a la Real Sociedad, Míchel ha reconocido que, una vez sellada la salvación los jugadores están "más tranquilos", después de dos o tres meses "muy duros" y de mucho sufrimiento, porque el equipo estaba en situación de caída libre.
En este sentido, ha explicado que al final de la primera vuelta, con el equipo octavo en la clasificación, ya tenía dudas porque las sensaciones no eran buenas y porque el fútbol no "fluía" de la manera que quiere. El entrenador madrileño ha explicado que, de cara a estas dos últimas jornadas, el reto es "luchar" para ganar los dos partidos y "finalizar la temporada lo más cerca posible de los diez primeros", ya que, según ha asegurado, este era el objetivo del club "a principio de temporada". Aunque también ha apuntado que será difícil, porque la Real Sociedad y el Atlético de Madrid son "dos equipos muy duros y muy buenos".
La Real
Sobre el duelo de este domingo, Míchel ha avanzado que el Girona necesitará hacer "un partido muy físico" para poder "igualar" la presión e intensidad de la Real Sociedad en el que será el último de Imanol Alguacil en Anoeta. "Se merece el reconocimiento de todo el mundo del fútbol porque ha hecho un trabajo increíble y ha conseguido grandes éxitos", ha dicho Míchel sobre el entrenador vasco.
El técnico del conjunto rojiblanco también ha reconocido cierto "arrepentimiento" por no haber dado más minutos al extremo Portu, uno de los artífices de la reacción del Girona en las últimas semanas y de la permanencia en Primera.