David Moyes: “Debí entender mejor la cultura de la Real”
El actual técnico del Everton repasa su estancia en Donostia
El actual entrenador del Everton, David Moyes (Glasgow, Escoia, 1963), llegó a Donostia en noviembre de 2014, cuando relevó a Jagoba Arrasate en el banquillo de la Real Sociedad. “Por encima de todo eso, lo que quiero es ganar”, dijo en su presentación. Doce victorias, 15 empates y 15 derrotas pusieron fin a un año de estancia en Gipuzkoa, de la que se muestra “agradecido”.
Destituido en abril de 2014, Moyes terminaba su andadura en Old Trafford, donde fue la primera opción para relevar la larga sombra de Sir Alex Ferguson. Medio año más tarde, estaba preguntando cómo se saludaba en euskera, algo que llamó la atención y agradecieron las varias decenas de periodistas que se dieron cita en la rueda de prensa de presentación en Anoeta.
Desde entonces, el escocés se instaló en el Hotel María Cristina. No le gustaron los pisos que le proponía el club. Los desechaba. Su mujer vivía a caballo entre Donostia y Reino Unido, y Moyes optó por alojarse en un hotel: “Pensé que tenía sentido hacerlo para concentrarme por completo en el trabajo, pero entiendo que alojarse en un hotel no da la imagen de que uno está allí a largo plazo”.
Algo similar le ocurrió con el idioma. Ni euskera, ni español. Moyes reconoce que intentó aprender el segundo, “di clases particulares, pero admito que me resultó difícil. Llevaba un año practicándolo y creo que si hubiera tenido otro año aprendiendo, habría podido hablarlo bien”.
Entre la cantera y el mercado
No obstante, la andadura de Moyes en la Real no terminó por no instalarse en un domicilio, sino que se echó a perder al no ser capaz de combinar los resultados inmediatos y la promoción de la cantera: “Querían incorporar jóvenes al equipo, y me parece fabuloso, pero a veces igual me resistía, porque necesitaba resultados. También me preguntaba si esa manera de trabajar no era un obstáculo porque el equipo no competía por los mejores jugadores del mercado”.
Uno de los dos canteranos junto a Igor Zubeldia que debutó a las órdenes de Moyes fue el actual capitán, Mikel Oyarzabal: “Estuve en la final de la Eurocopa el año pasado cuando marcó el gol de la victoria para España (contra Inglaterra). Estaba orgulloso de él, ¡y no solo porque soy escocés!”.
Moyes rememora cómo temía “cómo sería la cultura futbolística vasca”, pero lo que se encontró le tranquilizó: “Jugadores que siempre querían entrenar y que estaban comprometidos”.
“La Real tenía una gran cultura y quizás debería haberla entendido mejor: la importancia de la cantera y la infraestructura del club. Quizás por eso suelen tener entrenadores españoles o de la zona, porque lo conocerán mejor”.
El escocés, que terminó demandando a la Real por un conflicto de más de medio millón de euros que tuvo él con el fisco inglés, considera que él era mejor trabajando proyectos a medio-largo plazo, que con proyectos inmediatos, más allá de salvar al equipo del descenso (llegó con el equipo 19º): “Con el tiempo mejoraba construyendo equipos y la verdad es que no tuve mucho tiempo en España”.
Aquel verano, Asier Illarramendi volvió del Real Madrid “por una cifra récord para el club, pero nunca arrancamos. Hicimos una pretemporada en Escocia y España, y pensé que estábamos bien preparados, pero no pudimos superar una etapa difícil. Sentía que había subido al equipo, pero luego hubo un bajón, algo que puede pasar”.
Ipurua, Stadium Gal, San Mamés...
Moyes descubrió que el famoso tiki-taka que abanderaba el Barcelona no era tónica dominante en la Liga. “Solo se aplicaba a uno o dos equipos”, explica Moyes en The Athletic, donde alaba al club culé: “El Barcelona era increíble, pero en Eibar no hablaban de tiki-taka, donde el pequeño estadio daba la impresión de que te esperaba un partido reñido de una liga inferior”.
El técnico escocés solía ir a ver fútbol en la zona junto a su segundo, Bill McKinlay: Ipurua, San Mamés o el Stadium Gal: “En Eibar vimos un gran león escocés pintado en la pared. Me recordó a las Highlands de Escocia, con el viento y la lluvia”.
Un sentimiento de satisfacción y agrado compartido con su mujer: “Nos encanta San Sebastián y hablamos de ello todo el tiempo”. A la vista de lo que relata, no es para menos: “Salíamos a cenar por la noche y los dueños del bar nos regalaban jamón o una copa de vino. Los hábitos alimenticios eran mejores. No había tanto azúcar en la comida; solo vi un local de comida rápida en San Sebastián. La comida callejera consistía en pintxos, pescado fresco en pan por un euro cada uno. Era excelente”.
Moyes se siente satisfecho y “agradecido de haber tenido la oportunidad de dirigir a uno de los clubes con una afición más orgullosa de España”.
En la entrevista, publicada con motivo del duelo del pasado jueves entre los dos ex equipos de Moyes, el United y la Real, el técnico escocés aprovecha para aplaudir la trayectoria realista en los últimos años: “Admiro mucho el buen desempeño de la Real estos años, con la Champions y ganando la Copa”.