La sensación que tiene la Real es que los ultras de la Lazio no han matado porque no han querido. El club sigue trabajando en dos direcciones después de que ultras de la Lazio atacaran a varias decenas de guipuzcoanos la noche del miércoles en un enclave céntrico de la capital romana.

La entidad que preside Jokin Aperribay está sobre lo sucedido desde el primer momento. Como ya informó anoche NOTICIAS DE GIPUZKOA, el club guipuzcoano no se iba a pronunciar hasta aclarar lo sucedido y hacer todo lo posible para que las 24 horas que restan al grueso de la afición realista en Roma sea tranquila. En otras palabras, evitar que pueda darse una escalada violenta y que los desplazados desde Gipuzkoa no van a buscar venganza.

Además de con las personas atacadas, el club, que tenía previsto acercarse a uno de los centros sanitarios, se ha puesto en contacto con la Lazio y con la UEFA para celebrar una reunión.

Lucir enseñas

En el caso de la hinchada, ha reclamado a toda su afición que vistan y luzcan las enseñas txuri-urdin por Roma, algo que el club entiende que dota de mayor seguridad en un día de partido. 

Además, la comida de trabajo que el director de Fútbol, Roberto Olabe, y su sucesor en el cargo, Erik Bretos, debían celebrar con la prensa desplazada hasta Roma en el hotel de concentración de la Real ha quedado suspendida.

Desde hace más de una década, en este tipo de dispositivos participan no solo efectivos de las policías locales, sino también del equipo visitante, en este caso, la Ertzaintza, que también trabaja en esclarecer lo ocurrido en esa Via Leonina, en pleno centro de Roma, a escasos 400 metros del Coliseo.