Una Real mermada y tocada, pero nunca hundida y con la novedad de Zubimendi (que viajó ayer tras pasar una revisión médica en Madrid por unas molestias en la espalda) en la convocatoria, se presenta a las puertas del paraíso con esa convicción del que ya conoce el camino a la gloria. Los realistas no tuvieron especial mala suerte en el sorteo, es justo reconocerlo sólo si tenemos en cuenta la clasificación, aunque el factor cancha siempre será de los más determinantes. Como es normal, poco o nada tendrá que ver el encuentro de Liga del sábado, que acabó con triunfo por 0-1 con un once de circunstancias y un sistema de tres centrales innovador, que no utilizaba Imanol desde la eliminatoria de Leipzig.

Rafa Benítez ha venido utilizando a todos sus reservas en el torneo del KO, aunque habrá que ver si mantiene su plan cuando sólo le quedan tres encuentros para alcanzar una final para un club que jamás ha logrado celebrar un título. Imanol ya ha dejado claro que se toma tan en serio la Liga como la Copa y desde la primera ronda ha mantenido habituales titulares en sus onces. Hasta el punto de que contra el Málaga casi sacó a su once de gala, algo que se podría hasta discutir para evitar el desgaste que tanto está acusando el plantel en la interminable cuesta de enero.

Borrón y cuenta nueva. Un duelo a 90 minutos y a cara de perro con ese aroma copero que dota a los partidos de un componente apasionante y emocional inconfundible y hasta incomparable. Y en un partido más que nunca puede suceder cualquier cosa. Al menos si los realistas vuelven a demostrar ese potencial, ese orden y ese control que evidenciaron el sábado y con los que anularon por completo a los celestes, todo será más fácil e irá más rodado. Pero, claro, Benítez es perro viejo, seguro que no repite los mismos errores y habrá tomado buena cuenta de lo que no tienen que hacer para tumbar a una Real a la que siempre elogia al considerar un “ejemplo”.

Lo primero que habrá que comprobar es si Imanol repite el mismo esquema con los tres centrales que tan buen resultado le dio hace cuatro días. Zubeldia, Le Normand y Pacheco, con Aritz en la derecha y Tierney en la izquierda. Turrientes en la medular, con Merino y Brais por delante. Aunque cabe la opción de que Zubimendi juegue de inicio tras haber viajado y haberse incorporado ayer a la expedición que lleva desde hace cuatro días en Vigo. Y arriba Oyarzabal, si está bien, y Sadiq. Aunque, como declaró Benítez, no descartara que vuelvan al 4-3-3, lo que motivaría la suplencia de Pacheco y la entrada de Zakharyan. Pero todo depende del estado físico en el que se encuentren los realistas.

El Celta de la Copa tendrá menos nombres, pero está demostrando ser fiable y buen competidor. Con un Miguel, que ya jugó en Liga, como principal elemento para marcar diferencias y con un Douvikas como máximo realizador.