La afición del Benfica afronta como el no va más el partido de este martes contra la Real. Las dos primeras jornadas de la Fase de Grupos han dejado al equipo lisboeta en una posición difícil, aunque remontable: con cero puntos tras perder en casa contra Salzburgo y en Milán ante el Inter, pero a cuatro de los líderes del grupo, la Real y el conjunto milanista. Eso sí, este escenario no le deja al campeón portugués margen para el error y la revista de prensa previa al duelo deja entrever esa sensación.
El Benfica vive las horas previas entre un partido con máxima presión y relativizarla. La prensa que sigue al campeón luso, que ha llegado a cuartos de Champions las dos últimas ediciones, apunta a la necesidad de sumar un triunfo este martes para recuperar opciones de pasar a octavos, frente al discurso del club, más paciente. El propio entrenador, Roger Schmidt, que ya se enfrentó a la Real como preparador del PSV, descarga presión al choque de este martes en Lisboa y considera que “no es decisivo”.
“Un jugador del Benfica, un equipo de este nivel, no puede sorprenderse por la presión de tener que jugar dos partidos decisivos en la Liga de Campeones”, explica el actual seleccionador nigeriano, José Peseiro. El exjugador y entrenador (fue segundo entrenador de Carlos Queiroz en el Real Madrid, y principal del Sporting de Lisboa, Oporto, Panathinaikos y Rapid de Bucarest, entre otros) asegura que “para rendir en grandes clubes, a este nivel, hay que saber afrontar y jugar con esa presión”.
Esa presión de un duelo decisivo para los intereses portugueses es una moneda de doble cara para Peseiro, puesto que “lo que resulta inquietante de estos partidos también es muy motivador: son partidos de la mejor y más importante competición de clubes del mundo”.
Carlos Xavier ve el partido “al 50%”
El periódico A Bola, que subraya que la Real estará acompañada en Da Luz por 3.300 de los suyos, pulsa el sentir de otros dos exfutbolistas lusos ante la cita, João Alves (que de su época en Salamanca a finales de los 70 recuerda que “siempre ha sido muy difícil jugar contra la Real. Y ahora tienen un muy buen equipo y están en un buen momento”) y el exrealista Carlos Xavier, que tiene muy claro que “el Benfica no se puede permitir perder”.
El exrealista no pierde de vista a la afición blanquiazul, de los que más de 3.000 seguidores se desplazarán a Lisboa: “Sé que la afición de la Real se está apuntando masivamente a este partido, muchos estarán en el Estádio da Luz, siguen al equipo vaya bien o mal, y estoy seguro de que se creará un ambiente muy especial”.
“El Benfica se enfrentará a una Real que llega muy mentalizada, en un buen momento, que tiene calidad... Yo diría que será un 50%-50% para cada uno de los equipos”, vaticina Carlos Xavier, cuya vida profesional estuvo ligada al Sporting de Lisboa.
Imanol, protagonista
El analista de fútbol Rui Malheiro radiografía a la Real para los lectores de otro rotativo deportivo luso, el Récord. En él sitúa al entrenador realista, Imanol Alguacil, y la “continuidad en el trabajo” que ha logrado desde diciembre de 2018 como una de las claves de que el equipo guipuzcoano haya construido “un ideario de fútbol atractivo innegociable”.
“Parte de una organización estructural en 4-3-3 que puede sufrir alteraciones puntuales al 4-4-2 sin necesidad de cambiar a los futbolistas”, destaca Malheiro la polivalencia de la plantilla de la Real, que interpreta que “el objetivo es que los jugadores se vayan asociando, creando superioridades, para llegar con fuerza a las zonas cercanas a la portería rival, zona del campo para la que Imanol suele apostar por tres jugadores muy versátiles, con Umar Sadiq y Carlos Fernández en principio en el banquillo”. El analista recuerda que el delantero nigeriano ya fue objetivo del Benfica antes de llegar a la Real.
Emplaza al equipo portugués a emplear una precisión “de cirujano” y mucha rapidez “para que el balón circule entre los pasillos, buscando la espalda del centro de la defensa realista y espacios entre líneas”, combinando con salidas hacia las bandas, “”donde residen las mayores debilidades de la Real”.