Robert Navarro vuelve a querer salir de la Real. El centrocampista es plenamente consciente de que, hasta cuando ha dado un paso más en su aportación, tanto en rendimiento como en datos, Imanol Alguacil no ha terminado de confiar en él, por lo que su intención es aceptar una de las varias ofertas que ha recibido de Primera División. El problema es que la dirección deportiva ya le ha dejado claro que no tiene mucha intención de abrirle la puerta y, en el caso de que finalmente acceda, sólo permitirá su marcha si acepta la renovación que tiene sobre la mesa, según anunció Radio Marca.
Este periódico desveló el 30 de junio que el mediapunta, que finaliza contrato en 2025, tiene sobre la mesa una propuesta para prolongar su vinculación por dos temporadas más. Al parecer, el futbolista no se siente valorado y sus estadísticas lo certifican. En los últimos 21 encuentros oficiales que ha disputado la Real entre esta temporada y la pasada, sólo ha participado en los últimos ocho minutos del derbi en San Mamés, ya con la derrota sentenciada y, por cierto, protagonizando alguna acción de mérito. El verano pasado, Navarro, que antes ya había estado con la mosca detrás de la oreja por la falta de oportunidades en comparación con otros jóvenes de la casa, estuvo muy cerca de recalar cedido en el Girona, pero entre Olabe e Imanol le convencieron para que se quedara al asegurarle que iba a contar con muchas oportunidades. Sin embargo, en total participó en 26 partidos (876 minutos), en los que anotó seis goles, dos en Europa y cuatro en Copa, todos estos para abrir el marcador, ante el Cazalegas, el Coria, el Logroñés y el Mallorca. Es más, estos dos últimos acabaron siendo gol partita, es decir finalizaron 1-0. Pero en el momento clave de la temporada desapareció por completo de los planes. Incluso en la mayoría de los encuentros sin apenas calentar en la banda. Un ostracismo que no concuerda con su contribución anterior y que podría sacar a la luz un malestar de Imanol por los últimos siete minutos que disputó frente al Celta, que, como en la segunda jornada de este curso, empató en el descuento, tras los cuales se produjo su desaparición.
A pesar de este pobre colofón al curso anterior, Olabe rompió una lanza en favor de Navarro: “Nos hemos clasificado para la Champions por los buenos, pero también por los del lunes al sol y por el jugador que hace el número decimoséptimo. Si queremos seguir aspirando a esta competición, necesitamos la aportación de esos futbolistas. Turrientes y Navarro son dos futbolistas buenísimos, con un talento brutal, sin terminar de hacer o de formarse. Extraordinarios para la Real. Imanol y yo no estamos de acuerdo siempre. Es normal que tengan la inquietud de jugar. Contamos con muy buenos jugadores, tanto el tercero en minutos como el decimocuarto. Tienen mucha importancia y si son buenos, no podemos plantearnos un jugador 22 peor que ellos”.
La dirección deportiva tiene hasta el viernes para tomar una decisión, pero quedarse con el jugador desmoralizado y que no entiende porqué no tiene más oportunidades no parece una solución demasiado halagüeña.
El club trabaja más en la operación salida, en la que también se encuentra Diego Rico, que se marchará seguro, Karrikaburu, que debe decidir destino, y Sola. Este último en el caso de que Álvaro Odriozola se convierta en el quinto refuerzo, algo que todavía no parece haber decidido y que sólo se producirá si llega casi gratis.