El entrenador de la Real Sociedad, Imanol Alguacil, tenía sentimientos encontrados tras el empate ante el Girona, consideró que su equipo mereció el triunfo en el segundo tiempo, pero valoró también un punto que le acerca al objetivo de la Liga de Campeones. “Después de ganar al Real Madrid lograr este punto cuando quedan sólo cuatro jornadas... hemos asegurado entrar en la Conference League, algo que hace años nos habría puesto muy contentos, pero este equipo ha demostrado que quiere más y yo también”, ambicionó Alguacil tras el encuentro.

El preparador oriotarra admitió los méritos de un Girona que “ya sabíamos que era un equipo valiente, quizás el que más en forma está en la Liga y si el 2-0 era excesivo, tras el empate si algún equipo mereció ganar era la Real”.

Esa ventaja que dejó escapar su plantilla le puso, según reconoció, “muy cabreado porque faltó la presión, no hubo posesión de balón... algo que ante un Girona que te engancha hace un partido largo que explica ese empate a dos”.

Imanol detalló que la superioridad del conjunto txuri-urdin fue evidente en los primeros veinte minutos, cuando logró los dos tantos, y así mismo en una segunda mitad en la que entiende que la Real mereció algún gol más que no llegó porque “faltó acertar”.

Míchel, contento

El entrenador del Girona, Miguel Ángel Sánchez Muñoz, Míchel, no se esforzó en ocultar su alegría por el empate conseguido en Anoeta, donde su equipo “mostró una imagen y personalidad brutales”.

“Queríamos tener posesión y generar superioridades. Hemos tenido personalidad desde el minuto uno ante un grupo que tiene nivel de ganarte duelos, buscar espacios...”, declaró tras el encuentro el preparador madrileño del Girona.

Míchel enfatizó en varias ocasiones en su comparecencia en la sala de prensa del estadio donostiarra “la respuesta y personalidad para mantener el juego y seguir creyendo” cuando su equipo estuvo con un 2-0 en contra, acertó a empatar y tuvo opciones de victoria.

“En la ida se convirtió en un 3-5 y les he dicho a mis jugadores en el descanso que podía pasar cualquier cosa, pero que teníamos que tener personalidad para tener también capacidad de hundir a un equipo que ejerce esa presión brutal sobre el contrario”, se enorgulleció el entrenador del equipo catalán.

Está convencido de que la segunda mitad fue del Girona “durante muchos minutos y se pudo haber conseguido algún gol, pero luego se igualó y contener a la Real en su casa es para estar orgulloso y satisfecho de la plantilla”.

Míchel confía todavía en poder clasificarse para Europa en las próximas cuatro jornadas que calificó de “preciosas” y ve a su vestuario “con talento, energía brutal, con hambre y ganas de hacer historia”.