Llegó el gran día. Tanto tiempo esperando oportunidades para hacer historia como para no exprimir hasta el último gramo de energía en pos de una hazaña que, dicho sea de paso, no es ninguna misión imposible. Ni mucho menos un milagro. Basta con ganar por una diferencia de dos goles a la Roma para forzar una prórroga en la que, con el viento a favor del factor ambiental, la situación se tornaría netamente ventajosa en el tiempo añadido.
No va a ser fácil. Hasta el más devoto creyente de la remontada piensa que la proeza es un objetivo muy exigente, de los más grandes que se ha encontrado en su exitosa trayectoria este proyecto, porque voltear un 2-0 a un conjunto tan italiano y entrenado por Mourinho exige una noche redonda. Es cierto que en la ida se jugó a lo que quiso el luso, al que le salió el plan perfecto, pero los donostiarras fueron capaces de generar dos ocasiones muy claras que podrían haber cambiado el signo del encuentro.
La Real juega contra una plantilla de Champions y contra su propia historia. Esa que dice que sólo ha remontado una vez una eliminatoria en su nuevo estadio, ante el Xerez en Copa en la temporada 1997-98, y que en Europa sólo ha logrado voltear dos resultados en Atotxa, al Sporting de Lisboa en la Copa de Europa 1982-83, y al Lausana de Chapuisat, en la Copa de la UEFA 1990-91. Eso sí, todavía no se ha afrontado un reto de este calibre en su nueva casa que remodeló precisamente para dar un paso adelante y poder soñar con metas más ambiciosas. Anoeta debe ser más que nunca el jugador número 12 que marque el primer gol. Pocas dudas de que la afición estará a la altura, como siempre.
Imanol no parece que variará demasiado el guion de Roma y Mallorca. Aunque va a necesitar hacer daño por las bandas, no tiene pinta que sacrifique a un centrocampista para actuar en inferioridad en el medio. Por lo tanto, no se esperan novedades en la zaga, con el rombo mágico en la medular, es decir Zubimendi, Merino, Brais y Silva, y arriba es donde están las dudas. Kubo es seguro, mientras que su compañero podría ser Oyarzabal o Carlos ya que Sorloth ha bajado mucho su rendimiento este mes. La variante más ofensiva sería sacrificar a Brais y retrasar a Silva, para que Kubo actúe de diez, pero esto también provocaría perder muchos centímetros ante las torres romanas.
El principal activo de los giallorosso es la fiabilidad y experiencia de su entrenador. Mourinho pagó caro reservar a muchos titulares ante el Sassuolo y el domingo afronta el derbi de la Capitale contra la Lazio. Al menos, recupera a los lesionados Pellegrini y Belloti, que jugarán con protecciones. El argentino Dybala es el hombre a vigilar de un bloque fuerte, físico, alto y con muy pocas fisuras.
