Este mercado estival se ha caracterizado por ser el de los récords en la Real Sociedad en lo que a las cantidades de las operaciones que ha realizado se refiere. Si Alexander Isak se convirtió en el traspaso más rentable para el club txuri-urdin, tras recibir 70 millones de euros del Newcastle, más otros 5 en función de ciertas variables, el fichaje de Sadiq Umar también es el fichaje más caro que ha efectuado la entidad guipuzcoana en su historia.

Los 20 millones, más otros 5 en variables, que paga la Real al Almería se erigen en la cantidad más alta jamás pagada por un futbolista por la institución txuri-urdin. Una cifra que bate todos los registros.

También será histórico este mercado porque tres de los cuatro fichajes que han realizado desde la planta noble de Anoeta entran en el top 10 de los más caros de la historia de la Real. Si el de Sadiq es el primero, el de Brais Méndez copa el podio, al ser el tercero con 14 millones (igualado con Carlos Vela, por el que se abonó 3 millones en 2012 por el 50% de sus derechos federativos y 11 millones en 2014 por la mitad restante), mientras que el de Mohamed-Ali Cho se sitúa en la séptima posición, con 11 millones. El cuarto, Kubo ya estaría en el puesto 16 de este ránking, emparejado con otros futbolistas, tras los 6 millones de euros que pagó la Real al Madrid por adquirir el 50% de sus derechos.

Hasta ahora, el fichaje más caro del club realista era Asier Illarramendi. Para que el mutrikuarra volviera a integrarse en la disciplina txuri-urdin tras su paso por el Real Madrid, el Consejo de Administración presidido en 2018 por Jokin Aperribay tuvo que desembolsar al club blanco una cantidad de 17 millones de euros, lo que suponía hasta el día de hoy la cifra más alta que ha pagado la Real por un jugador. En cualquier caso, la operación no se puede considerar, para nada, de muy costosa porque hay que recordar que previamente, cuando el centrocampista guipuzcoano dejó Anoeta para marcharse al Santiago Bernabéu, la institución blanquiazul ingresó cerca de 39 millones de euros en sus arcas (los 32 millones que figuraban en su cláusula de rescisión más el IVA). Por lo tanto, se puede considerar una operación muy rentable.