Donostia – La crisis del Betis comienza a tener demasiadas goteras. Al hecho de que no puedan inscribir a siete jugadores por las renovaciones de Claudio Bravo, Guardado y Joaquín más los refuerzos de Luiz Felipe, Luiz Henrique, Dani Martín (regresa de la cesión en el Málaga) y Willian José (se ejecutó la opción de compra), que provocan un desfase económico en el límite salarial del equipo, se suma que comienzan a acuciarle los distintos pagos de operaciones ya cerradas. Como recordarán, el año pasado ambos clubes cerraron un acuerdo en una cesión con compra obligatoria que no se reconoció públicamente. Esta se ha cerrado por una cantidad que ronda los diez millones que deberá abonar el Betis en varios plazos. Pues bien, la fecha para el pago del primero, una cantidad que asciende a los dos millones ya ha pasado sin que la Real haya tenido constancia de haber ingresado nada. Como las relaciones entre los dos presidentes Jokin Aperribay y Ángel Haro, son muy buenas, lo normal es que lleguen a un acuerdo para renegociar las fechas de los pagos como ya hiciera en su día por poner un ejemplo con la deuda del Atlético por la cláusula que le obligaba a abonar un 20% de una futura hipotética venta de Griezmann a un tercero, en este caso el Barcelona. – M. R.