Jon Karrikaburu no encuentra límites. Cuando parecía que se había calmado el efecto de su irrupción de la pasada campaña, el navarro ha resurgido con la misma fuerza de antaño para rescatar al Sanse con sus goles y ha alimentado sus cada día más reales aspiraciones de supervivencia. Ante el Sporting de Gijón dio un nuevo paso y firmó su primer doblete a las órdenes de Xabi Alonso desde que derrumbara con violencia la puerta tras lograr unos registros anotadores históricos en el C. Con estas dos dianas, suma ya nueve en lo que llevamos de campaña, en la que ha estado convocado en dos ocasiones por Imanol Alguacil. Incluso llegó a debutar en el partido de la Europa League ante el Mónaco en Anoeta, aunque solo fuese un minuto.

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No está siendo un año sencillo para el de Elizondo. Comenzó como un rayo, con ese gol magnífico que le dio los tres puntos al Sanse frente al Leganés en la primera jornada, pero después de lograr su tercera diana desde los once metros en Alcorcón, en la jornada 8, comenzaron las curvas al perder la condición de titular indiscutible. De los quince encuentros siguientes, jugó de inicio en ocho, lo que repercutió en su rendimiento, con un solo tanto más, el que consiguió en Amorebieta. Todo ese bache vino acompañado por los rumores sobre su relación con Xabi Alonso, que siempre ha dejado muy claro que no tiene ningún problema con el del Baztan y que su trabajo es formar a los canteranos.

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Como buen matador, su racha se reinició en Lugo, también desde el punto de penalti, y en las cinco últimas jornadas ha logrado cinco goles (solo se quedó sin mojar en Oviedo), lo que le han convertido en el decimosegundo mejor artillero de la categoría. Esto es Segunda A, donde despegó con fuerza un tal Antoine Griezmann, quien, en su primer año y sin ser delantero centro, evidentemente, marcó seis tantos. Por comentar.

A sus 19 años, Karrikaburu vuelve a llamar a la puerta y lo hace en un momento de grave sequía de los delanteros centros del primer equipo. Isak solo ha conseguido cuatro goles en la Liga (como Aritz Elustondo) y Sorloth, dos. Unos registros paupérrimos para un candidato europeo. Cuando todos esperábamos que en febrero el sueco sacara a relucir de nuevo su mejor versión, ya está muy cerca de cumplir los tres meses sin ver portería. Como comenta Satrústegui, que no es un cualquiera en estas lides, no estaría nada mal que los dos escandinavos viesen de cerca que si se prolonga esta crisis del gol, por abajo viene pegando fuerte un canterano pleno de confianza y con el colmillo retorcido que, de momento, aspira a ser un digno sustituto del último gran delantero centro salido de Zubieta, Imanol Agirretxe. Con el que, además, ya ha trabajado en más de una ocasión en los entrenamientos.

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Karrikaburu es un punta distinto a Isak y Sorloth, que, obviamente, cuentan con muchísimo más recorrido y un potencial superior a día de hoy. Su punto fuerte es que se trata de un 9 mucho más finalizador, un depredador del área, mientras que a los dos nórdicos les gusta más correr al espacio y participar más en la creación del juego. El navarro no pregunta, tiene la portería entre ceja y ceja y lo único que le importa es buscar el disparo en cuanto tiene oportunidad.

En pocos clubes son más conscientes de que no hay que correr demasiado con los jóvenes como en la Real. Eso ha quedado muy claro. Por una cosa o por otra, o por cuestiones que no han quedado demasiado claras, en Zubieta están teniendo mucha prudencia con la evolución de su última joya. La mejor demostración es que cuando un canterano destaca en el filial no tarda en convertirse en un asiduo en los entrenamientos del primer equipo y es muy raro verle trabajar a las órdenes de Imanol Alguacil.

La misión que le han asignado es la de salvar al filial, pero ¿y si la solución al bache del gol estaba en casa? Si los de arriba no ven puerta y el del filial es el delantero del futuro, ¿a qué esperan? Por recordar, el añorado Agirretxe abrió su cuenta anotadora en Getafe con solo 17 años. Karrikagol