La Real Sociedad y el Atlético de Madrid empataron este domingo en un partido de Liga que, a nivel de pizarras, supuso una batalla táctica en toda regla. Los unos inquietaron a los otros con sus movimientos, trabajados previamente o introducidos durante el partido, lo que indica que en una familia de Bergara, la de Beñat e Ibon Labaien, hermanos y analistas, habían guardado bien todos los secretos durante los días anteriores.

Los dos vivieron en el Wanda Metropolitano un partido muy especial. Beñat, el mayor, tiene 34 años y trabaja en la Real Sociedad desde 2018. Ibon, por su parte, cumplió 31 en febrero y este pasado verano se incorporó a la estructura del primer equipo del Atlético de Madrid. Ambos se consideran entrenadores, y de hecho lo son. Pero ahora mismo ejercen, uno de txuri-urdin y el otro de colchonero, como analistas tácticos.

Dentro de un fútbol como el actual, en el que cada detalle cuenta, la labor de estos profesionales resulta indispensable para cualquier equipo. El análisis del rival de turno, de los partidos propios o incluso de las sesiones de entrenamiento aportan herramientas que, traducidas al juego, pueden decantar el resultado de los encuentros. Por ello, los clubes rodean a las plantillas de profesionales técnicos con recorrido. Y resulta evidente que los Labaien lo tienen, si analizamos sus respectivas trayectorias.

Beñat, el txuri-urdin, comenzó a expresar muy temprano sus inquietudes futbolísticas. Mientras jugaba en el cadete del Bergara, entrenaba a los alevines del club, antes de marcharse a Madrid con 17 años para estudiar INEF. Allí cursó sus estudios y obtuvo de forma paralela los tres títulos de entrenador, iniciando así su carrera en los banquillos. Comenzó desarrollándola en la cantera del Atlético de Madrid, para pasar después al Parla, a la Federación Española (donde se introdujo de lleno en el mundo del análisis) y a un Real Madrid en cuyas categorías inferiores combinó el césped con el trabajo ante el ordenador.

El Valdebebas coincidió con Fernando Morientes, siendo su segundo en una de las plantillas juveniles, lo que sirvió a Labaien para dar posteriormente el salto a un proyecto como el del Fuenlabrada, de la mano del exdelantero manchego. El Elche fue el siguiente destino de Beñat, cuya última estación previa a Zubieta estuvo en el Leeds United. El club inglés fichó a Marcelo Bielsa coincidiendo con el verano en que el actual analista txuri-urdin puso rumbo a casa, por lo que ambos no llegaron a coincidir en las islas.

Beñat es ahora una de las voces autorizadas en el staff técnico de Imanol Alguacil, igual que su hermano Ibon tiene el honor de trabajar codo con codo con todo un Diego Pablo Simeone. El pequeño de la saga de analistas recaló en verano en el Wanda para completar una trayectoria circular, pues él también inició la suya en la cantera del Atlético de Madrid.

Después, desarrolló las prácticas de los estudios para obtener el carnet de entrenador en el Rayo Majadahonda y en Las Rozas, optando a continuación por trasladar su carrera al extranjero. La academia del Arsenal en India y el Guangzhou Evergrande chino le vieron crecer como técnico. Y regresó prácticamente a casa, como Beñat, en verano de 2018. A él le llamaron desde la UD Logroñés para desarrollar ya las tareas que desempeña ahora en Madrid. Como analista del conjunto riojano pudo celebrar un ascenso en 2020 y conocer la Segunda División durante el pasado curso 2020-21, para dar después el salto al máximo nivel gracias a la llamada del Atlético.

Este domingo, en un partido de quilates que enfrentó a dos gallos de la Primera División, Ibon Labaien tuvo enfrente a su hermano Beñat, lo que a nivel personal supuso, a buen seguro, un momento de realización para ambos. Se ha hablado mucho del duelo en las pizarras entre Imanol y Simeone, una pugna a la que los dos bergararras aportarían lo suyo. Si la Copa del Rey o la Europa League no lo consiguen antes, sus caminos volverán a cruzarse a finales de mayo en Anoeta, con motivo de la última jornada de Liga.