La Real Sociedad visita este miércoles (22.00 horas) al Atlético de Madrid, líder de Primera División a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato. Los colchoneros dependen de sí mismos y serán campeones si ganan a los txuri-urdin, a Osasuna este domingo (de nuevo en el Wanda) y en Valladolid en la última jornada. Su suerte final dependerá en gran medida del grado en que el equipo de Simeone logre dar continuidad a todo lo bueno que viene haciendo, desmontando además mucho de los tópicos que le rodean. Hablamos de una escuadra 'mentirosa', que engaña por lo que dicen que es y por lo que luego demuestra. ¿En qué sentido?

POR EL SISTEMA

Cuando nos referimos al actual Atlético, se da a menudo por hecho que los rojiblancos están empleando últimamente un esquema de tres centrales y carrileros. Y lo cierto que así sucede en la fase defensiva del juego, como pudo apreciarse tanto en el Elche (0-1) como en en el empate sin goles Barcelona (sus dos últimos encuentros).

Sin embargo, en la fase con balón el dibujo atlético termina mutando tras una serie de movimientos automatizados. Aquí vemos dónde arranca muchas jugadas de ataque Marcos Llorente (AZUL), quien en defensa formó en el Camp Nou un doble pivote con Koke. El equipo ya empieza a dibujar una zaga de cuatro con Hermoso (ROJO) de lateral y Saúl (NARANJA) ganando altura, prácticamente de extremo. El propio Llorente (FLECHA) se dirige a ocupar una zona distinta.

De este modo, ese esquema de cinco defensas que dibuja Simeone en fase defensiva termina convirtiéndose en ataque en una especie de 4-1-4-1, con Llorente convertido en extremo derecho. Así vimos al cuadro colchonero tanto en Elche como en el Camp Nou durante sus muy buenas fases de ambos partidos.

POR SU ATAQUE POSICIONAL

¿Qué pretende SImeone con esa mutación del dibujo? Parte de un esquema de tres centrales y carrileros que, a priori, otorga todas las bandas a los laterales. Pero de ahí pasa a un 4-1-4-1 con el que genera superioridades en los costados mediante el triángulo lateral-interior-extremo. Se tiende a pensar que el juego colchonero con el balón es plano y carente de profundidad, pero el técnico argentino está haciendo daño a sus rivales desde posesiones como la descrita. Por ejemplo, aquí vemos cómo en el Camp Nou Alba y Lenglet (subrayados en rojo) saltan a por Trippier y Marcos Llorente (lateral y extremo): Correa lo aprovecha para desmarcarse a la espalda del central francés.

En apenas unos segundos, la jugada ahí plasmada terminó en la banda izquierda, tras un cambio de orientación. Y allí el Atlético repitió sistema de ataque. Saúl (parte de carrilero) se mete hacia dentro con el balón. Carrasco (dorsal 21) parte de interior y 'limpia' a De Jong de la jugada con su diagonal. Hermoso parte de lateral y se cuela por el carril del 10 aprovechando que Mingueza estaba fijado por Luis Suárez. El propio De Jong y Dest (subrayados en rojo) han tenido que defender en inferioridad ante los tres jugadores colchoneros.

Estamos ante una serie de movimientos que el Atlético repite en mayor medida en su sector diestro, sufriendo como sufre la baja de Lemar. Imanol va a tener que vigilarlo y ajustar posibles vigilancias, cosa que no pareció haber hecho Koeman el sábado. Pedri (ROJO) se pasó medio partido corriendo hacia atrás para perseguir a Correa, en una marca antinatural. Es posible que el míster apueste por situar ahí a Ander Guevara, de cara a estas vigilancias laterales.

¿En qué influye la mencionada baja de Lemar? Con el galo en el campo, el Atlético acumuló en Elche mucha posesión en la zona izquierda, con combinaciones entre el propio Lemar (interior), Carrasco (extremo en el 4-1-4-1) y Hermoso (lateral).

En Barcelona, mientras, Carrasco actuó durante muchos minutos en esa posición de interior, e implicó una baza mucho más directa y vertical, amenazando en profundidad y generando muchísimos problemas a Mingueza.

POR CINTURA EN EL BANQUILLO

Cuidado. Simeone es un técnico mucho más sofisticado y rico en matices que lo que dicen esos estereotipos que le tachan de defensivo. El argentino podría, por ejemplo, echar por tierra todo lo aquí analizado devolviendo el lateral izquierdo a Lodi, titular habitual antes de su reciente lesión. Contra el Eibar, por ejemplo, el Cholo supo modificar sobre la marcha, de 4-4-2 a 4-3-3, para fijar marcas con extremos e interiores y convertir al brasileño en su principal arma ofensiva.

POR LA MANERA DE DEFENDER

Dijo Imanol este martes que el Atlético puede sentirse cómodo defendiendo sin balón. Y es cierto que los colchoneros saben manejarse en distintos registros defensivos. Pero ofrecen la sensación de, siempre y cuando acompañen las fuerzas, resultar mucho más sólidos en fases de presión alta, manteniendo al rival alejado de Oblak. SImeone suele ajustar su dibujo en fase defensiva para adaptarlo al del rival: aquí en Elche, vemos a Correa apretando en primera línea con Suárez, y a Lemar con el pivote local que se situaba por delante de la zaga.

Y aquí tenemos al Atlético estructurado en 5-2-3 para adaptarse al dibujo del Barcelona, este sábado en el Camp Nou.

Entendiendo que Imanol puede apostar hoy por iniciar las jugadas con tres atrás, incrustando a Zubimendi en la zaga, el Atlético esperaría así (en un posible 5-2-3) a la Real, ante lo que se les abriría a los txuri-urdin la opción de hurgar a la espalda del doble pivote rojiblanco. Lo intentó el Barça con caídas de Messi y Griezmann a la citada espalda o a los costados de los mediocentros atléticos. Y esto llevó a dudar muchas veces a los centrales de Simeone, a la hora de perseguir o no. El Barcelona encontró así situaciones interesantes. (Marcados en azul quedan los oivotes del Atlético y el central encargado del punta que cae a la medular)

Y es que, en contra de lo que pueda parecer, cuanto más cerca está de su portería peor defiende el Atlético. Su bloque bajo es más vulnerable que su bloque alto. En el tramo final del Camp Nou, el Barcelona le generó problemas con envíos más o menos frontales al área.

Y esto es aplicable a la defensa del balón parado, en la que vienen sufriendo los madrileños pese a contar con zagueros y portero de garantías. Le ha podido costar caro en los dos últimos partidos. Concedió un penalti en Elche que falló Fidel en el descuento. Y al culé Araujo le anularon un gol por un fuera de juego muy ajustado tras rematar completamente solo.

El Atlético de Madrid es un muy buen equipo que lidera la clasificación por méritos propios. Y lo ha logrado hasta la fecha desarrollando un juego que, observado con detenimiento, desmonta muchos tópicos e incluso desmiente a su propio esquema. Maneja bien la posesión y hace daño a sus rivales con soluciones tácticas que tienen en el esférico su razón de ser. Su entrenador, lejos de resultar defensivo, acredita cintura para adaptarse a las distintas fases del juego. Y hablamos de una escuadra que aprieta muy bien en bloque alto, mostrándose más vulnerable en momentos de repliegue. De una forma u otra, se trata de un reto que la Real afronta con un premio goloso a la vuelta de la esquina: si gana en el Wanda, tendrá más de pie y medio en la Europa League.