David Silva ilumina el camino. Una de las explicaciones al tremendo bajón que experimentó el equipo mediada la temporada fue la lesión del canario, que provocó que se perdiera varios partidos y que le mermó considerablemente en sus intentos de volver al equipo. Como dijo Imanol, el objetivo de los galenos fue tomárselo con calma y prudencia para que cuando reapareciese "fuese para jugar lo que restase de la temporada".

Y por ahora (toquemos madera) la jugada está saliendo redonda. Desde que volvió en los últimos minutos del duelo ante el Cádiz, y después de una mala tarde en Turín en la hecatombe ante el United, no ha tardado en recuperar su mejor versión y el equipo es otro en ataque, con una facilidad casi insultante para generar ocasiones, como demostró el domingo ante el Levante. Imanol estuvo inteligente protegiéndole y dándole descanso para jugar en Manchester, lo cual confirma que, al contrario que al inicio del curso cuando lo jugaba todo, ahora tiene un plan de ruta. De momento, para que llegue en plenas condiciones para la gran final del 3 de abril. Y después para que pueda participar en el mayor número posible de partidos en lo que resta de Liga.

Los números no engañan y recuerdan la importancia capital que ha adquirido en la Real. En los 21 partidos que jugado con la txuri-urdin, el equipo ha ganado trece, ha empatado cuatro y ha perdido otros cuatro. Salta a la vista que, desde que cayeron eliminados en la Copa y pudieron recargar energías en dos semanas, Imanol ha recuperado a efectivos importantes y sus pupilos se encuentran en un buen pico de forma. El casting para la final ya se ha iniciado y, por lo que está viendo, va a haber auténticas tortas para entrar en la alineación. Con Aritz de baja, Zubeldia y Le Normand están ofreciendo un notable rendimiento. La defensa ha recobrado pulsaciones, como lo acredita que en las últimas cuatro jornadas de Liga solo ha recibido un gol, el que anotó Vinicius para el Madrid. Getafe, Alavés y Levante se quedaron sin batir a Remiro (por duodécima vez, los que más con Atlético y Madrid).

En la medular, Zubimendi vuelve a deslumbrar tras un periodo fuera del equipo, y Merino, después de descansar por sanción en Valdebebas, regresó en su versión imperial, en la que hace de todo y aparece por todos lados. Guevara también está muy bien. Arriba, Oyarzabal, que anda un poco bajo de moral, e Isak son seguros, por lo que Portu y Januzaj se batirán por el extremo derecho.