- La Real no piensa denunciar la alineación indebida cometida a conciencia por el Granada. A pesar de que en Anoeta no están demasiado contentos con el comportamiento que ha tenido en temas puntuales la entidad nazarí y de que tienen de plazo hasta hoy para impugnar, el club realista ha decidido pasar página y olvidar un episodio que ha terminado por salpicarle cuando en realidad no ha tenido ni la más mínima responsabilidad.

Antonio Monterrubio, director deportivo del Granada, compareció ayer para ofrecer sus explicaciones a lo sucedido la pasada semana: "Se produjo un comunicado de LaLiga muy duro y poco riguroso. El Granada no quiere ningún conflicto ni guerra, pero tenemos nuestra visión de los hechos y tenemos que defenderla. LaLiga ha mantenido que no se cumplían los requisitos para aplazar el partido. Nosotros entendíamos que no disponíamos de trece jugadores aptos; ahí radica el problema".

El club no comprende que el partido se disputase: "Esperaba una mano tendida ante la situación que vivimos, aplazar el partido era lo que dictaba el sentido común. Se ha puesto el listón muy alto con las medidas, este es el precedente; veremos qué pasa a partir de ahora. La Liga ha tomado unas decisiones que tendrá que mantener para todos".

Al menos ayer el Granada no señaló a la Real: "El partido era un papelón para todos. Creíamos que nos asistía la razón para aplazarlo. Si estás más preocupado por la salud de tus jugadores que por el resultado, esto no es fútbol". De forma velada, LaLiga dio a entender en su comunicado que el Granada viajó hasta Chipre sin la luz verde por parte de la Junta de Andalucía, algo que también ha negado el club: "Nadie nos dice que no podemos viajar. El Granada no ha recibido ninguna notificación de que tenemos un brote de COVID, más allá de que LaLiga lo considere un brote y no nos deje volar a San Sebastián. Ya nada tiene solución, el partido se jugó".