¿Escuece todavía ese mal recuerdo 32 años después?

-Yo tampoco lo llamaría mal recuerdo. Es verdad que cuando tienes la oportunidad de ganar un título y no lo logras te queda esa sensación de vacío, de tristeza... Pero la verdad es que nosotros no hicimos nada bien. Ellos no hicieron nada, pero nosotros tampoco. Tuvieron la fortuna de encontrarse con un gol y nosotros no. Fue una final desangelada. La afición estaba allí, todo el mundo pensando que, con la temporada que estábamos haciendo, la Copa iba a ser más fácil y, bueno, cuando vas así luego hay cosas que no te salen bien...

La Real era favorita.

-Ese año fue un poco extraño para ellos. Empezaron la temporada bastante floja, incluso si no ganan esa final contra nosotros estaban fuera de competiciones europeas. Se lo jugaban todo y ellos llegaron con muchas dudas, mucho miedo y nosotros no voy a decir que sobrados, porque no somos así, pero en el entorno sí que había esa sensación de que éramos favoritos y de que el Barça no estaba bien. Y así como el año anterior no fuimos así y con mucho sufrimiento sacamos la final, esa vez acudimos con todas las circunstancias favorables y el partido fue muy bah... No sé ni cómo definirlo. Fue un partido sin ocasiones, con pocas llegadas, con poco juego... Una final un poco desangelada. Ellos hicieron una cosa buena: jugaron adelantando líneas y nos sorprendieron, no supimos contrarrestarlo.

¿Las sensaciones fueron malas desde el principio?

-No nos salieron las cosas y nos sorprendió que jugaran al fuera de juego. Teníamos todo el partido para intentar poder articular una situación favorable para nosotros, pero tampoco supimos. No nos sentíamos a gusto, el equipo no rulaba como lo había hecho hasta ese momento y cuando pasa eso... Se encontraron con el gol y ganaron.

El año anterior habían llegado como un equipo en formación...

-Antes del parón me preguntaron por la final y dije: cuidado que son a un partido y ahí no hay favorito ni nada. Los momentos de cada equipo, cómo llegas a la final en el aspecto de juego tiene importancia, pero no tanta. A ese partido lo importante es que llegues psicológicamente bien centrado, sabiendo qué quieres hacer y empezarlo con buen pie. Que te encuentres con tu ritmo, tu estilo de juego y esas situaciones. Nosotros en la Liga nos encontramos con La Quinta del Buitre y nos pararon un poco, pero fue una temporada extraordinaria, con los dos subcampeonatos.

La rumorología señaló a Rekarte, Txiki y Bakero.

-Nosotros no vivimos nada de eso. Nadie sabía nada de nada ni nadie vio nada. Creo que eso es imposible. Yo prefiero irme con el título al otro equipo. Es un comentario que siempre ha estado y siempre estará, pero yo, sinceramente, nunca he dudado de nadie que pueda hacer eso. Creo que es algo de la rumorología.

Y la afición apaleada...

-Son cosas que pasan. No sé por qué, pero pasan. La política siempre mezcla situaciones que no tienen nada que ver y pasó, y desgraciadamente nuestra afición sufrió lo que no tenía que sufrir. Fue feo todo aquello.

¿Le dolió más que Sevilla 1980?

-Una Liga es otra cosa. Es un título completo porque al final juegas contra todos, eres el más regular, el que ha sido mejor con todas las circunstancias adversas y situaciones positivas eres campeón y eres el mejor. Para mí, nada que ver.

Solo el virus ha parado a la Real.

-El equipo está haciendo una temporada fenomenal. No se puede poner un pero sino todo lo contrario, agradecer a todos lo que están haciendo y lo que la afición está disfrutando. Y ahora ya no sabes lo que puede pasar. Todo cambia, nada es igual aunque luego puedas jugar la final, no sé cuándo, y puedas ganarla, pero nada va a ser igual. Y cómo estabas a cómo vas a estar, tampoco.

El nivel del plantel ha subido.

-En la Real tienes una plantilla, además de un equipo, y así, con bastante más calidad puedes afrontar esas situaciones. Se ha acertado con los fichajes. Tengo ese miedo, entre comillas, de en un año o dos qué pasará con todos esos jugadores, pero en principio vamos a disfrutar ahora del presente. No vamos a pensar más allá... Para mí, esa es la razón de la campaña, la gente de calidad que se ha traído y la ampliación de la plantilla que tiene más gente, más competitividad entre ellos y cuando las cosas van bien la gente aprieta más, tiene más confianza... El que no juega sale y lo hace bien. El acierto es contar con más calidad, más plantilla y más competitividad.