SEVILLA Vaclik; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Reguilón; Ocampos (Pozo, m.70), Fernando, Éver Banega (Franco Vázquez, m.79), Óliver Torres (Jordán, m.62), Nolito; y De Jong.

REAL SOCIEDAD Moyá; Zaldua, Diego Llorente (Mikel Merino, m.46), Aritz Elustondo, Monreal; Zubeldia, Zurutuza (Isak, m.62), Odegaard; Oyarzabal, Januzaj (Portu, m.55) y Willian José.

Goles 0-1, m.04: Oyarzalbal. 1-1, m.18: Nolito. 2-1, m.47: Ocampos. 3-1, m.80: Franco Vázquez. 3-2, m.87: Portu.

La Real desaprovechó la gran oportunidad de ser líder en solitario al caer con justicia frente a un poderoso Sevilla. Los hispalenses le quitaron el balón y le sometieron hasta el punto de estar cerca de golearle en algún momento. Pero los blanquiazules demostraron coraje y valentía hasta morir de pie con el puño en alto en los aledaños de la portería local.

Eso sí, en tiempos de bonanza, descubrimos un defecto peligroso en un equipo que ofensivamente volvió a acreditar un nivelazo. Esta Real no sabe defender encerrada atrás y si pierde la posesión se encuentra en graves problemas. Esto lo sabía el Sevilla de Lopetegui, cuyo plan era imponer un alto ritmo para aprovechar su extraordinario potencial físico. Y lo explotó a la perfección, pese a tener que rehacerse del sopapo inicial de Oyarzabal. El siguiente dolor de cabeza que descubrimos después de reincidir con el paso del tiempo fue la facilidad con la que les remontaron una ventaja. El que más de toda la Liga cuando se suspendió.

La puesta en escena de la Real estuvo a la altura del caché con el que se presentó en Sevilla después de encadenar tres triunfos seguidos. A los cuatro minutos, Januzaj, una de las grandes novedades del once, robó una pelota a Reguilón y sirvió una asistencia milimétrica que convirtió en gol el que siempre pasa por ahí. El 10. Los blanquiazules se sintieron fuertes hasta que dejaron de jugar en el campo hispalenses. En cuanto comenzaron a perder balones, el Sevilla se creció y le acechó hasta que Banega encontró un hueco en un despiste posicional de Zaldua que Nolito transformó en el empate.

En la reanudación Imanol tuvo que improvisar por la lesión de Llorente y retrasó a Zubeldia para colocar en su puesto a Merino. Sin tiempo para colocarse, Zurutuza no cerró bien a Ocampos, que puso el 2-1. Willian, a pase de Odegaard perdonó desde cerca con la zurda, y, a falta de diez minutos para el final, Franco Vázquez aprovechó un apurado despeje de Moyá. Portu volvió a encender la llama de la esperanza a servicio, quién si no, del noruego y la Real cayó con las botas puestas y el orgullo intacto. También con la sospecha de que el Sevilla podía estar a otro nivel en esta Liga. Error, cuando se paralizó el campeonato era tercero con solo un punto más a la espera de que visitase el fortín de Anoeta.