DONOSTIA - El entrenador de la Real Sociedad, Imanol Alguacil, no espera a un Eibar atenazado por los nervios por su situación clasificatoria, a sólo dos puntos de los puestos de descenso, y recordó que con su técnico, José Luis Mendilibar, no hay partido fácil ante los armeros.

"Es cierto que ellos están necesitados pero todos conocemos cómo se comportan los equipos de Mendilibar, sobre todo cuando juegan en su casa y éste va a ser un partido difícil seguro", declaró antes de entrenar a su plantilla en Zubieta el preparador blanquiazul.

Alguacil subrayó que el choque tiene tanta importancia para su rival como para la propia Real Sociedad, que "se está jugando puestos europeos por lo que el equipo irá con ganas de salir triunfador de Ipurua".

El técnico guipuzcoano valoró mucho el hecho de que un triunfo en Eibar le situaría en las plazas de Liga de Campeones, pero sobre todo alejaría al séptimo clasificado, que en principio no entra en Europa, aunque recalcó que "lo importante es ver cómo estamos cuando falten seis jornadas de liga, no ahora".

Admira a su rival, un equipo que "cuando tiene su día es capaz de sacar 40 centros, es muy difícil superar su presión aunque esperamos dar nuestra mejor versión y que ellos no la tengan para estar más cerca del triunfo que de la derrota", comentó.

Preguntado sobre si se plantea algún cambio táctico, como situar tres centrales, tal y como hizo el Mallorca, Alguacil ha comentado que en ese partido el Eibar logró centrar el balón al área en unas 40 ocasiones, por lo que su trabajo se dirigirá a evitar tantos centros, más que a reforzar la zona para despejarlos.

Respecto al capitán, Asier Illarramendi, integrado en los entrenamientos tras una grave lesión, Alguacil ha comentado que ayer estaba "como uno niño con zapatos nuevos", aunque ha sido cauto porque cree que le hará falta "mucho tiempo" para adquirir el ritmo competitivo del equipo.

Ha hablado también de Willian José, que no marca desde que intentó abandonar el equipo en el mercado invernal, y ha dicho que le da "pena" su situación, porque "está entrenando de manera ejemplar, anima a los compañeros cuando no le toca jugar y cuando le toca lo intenta y no le sale".

Alguacil ha olvidado ya la derrota en Barcelona, que fue todavía objeto de referencia en su comparecencia, y volvió a declarar su "orgullo por el comportamiento de los jugadores tanto al inicio del partido como cuando encajó el gol en la parte final".

Un tanto, el de Leo Messi de penalti, que no fue señalado por el árbitro sino que se pitó a instancia de la revisión VAR de la jugada, aunque el entrenador de la Real fue diplomático y no quiso hacer causa común con Mendilibar, habitual crítico de este sistema de refuerzo del arbitraje.

"Es cierto que hay que mejorar muchas cosas para que todo este mas claro pero no voy a hablar de eso ni cuando beneficie ni cuando perjudique", concluyó Alguacil.