Sangalli llega para quedarse

donostia - “Resulta muy difícil llegar. Pero lo es más mantenerse arriba”. Luca Sangalli tiró de tópico el pasado mes de agosto, cuando la Real anunció la prolongación de su contrato hasta 2020 y la promoción del centrocampista donostiarra a la primera plantilla. En cualquier caso, sus palabras, muy recurrentes en situaciones como la descrita, no dejan de suponer una gran verdad que el propio fútbol se ha encargado siempre de corroborar. Obtener un dorsal del equipo profesional implica un movimiento del club en base a un rendimiento previo en las categorías inferiores. Ganarse una continuidad en la elite, mientras, depende de mostrar en ella un nivel acorde a la misma. Y pese a la dificultad de la empresa, el propio Sangalli demostró el viernes en San Mamés que se encuentra en el camino correcto.

El canterano fue el blanquiazul más destacado en la victoria txuri-urdin ante el Athletic. El derbi suponía su tercera titularidad con el primer equipo, tras las de Ipurua ante el Eibar y Anoeta contra el Rayo, y Sangalli completó una actuación redonda que además firmó moviéndose en distintos sectores del terreno de juego. Arrancó el partido como interior diestro dentro de un 4-4-2, antes de que Garitano ordenara, coincidiendo con la intervención del VAR en el penalti del 0-1, un cambio de dibujo que afectó al donostiarra. A partir de entonces, abandonó el sector diestro y fue el mediapunta dentro de un novedoso rombo en la zona ancha, presionando a los pivotes rojiblancos y llevando peligro a la meta de Unai Simón por la parcela central. En la primera mitad, protagonizó un peligroso avance cortado en falta por Dani García, y provocó el mencionado penalti. Tras la reanudación, marcó el 1-2 después de participar en la defensa que dio origen al robo de Zubeldia, su asistente desde la banda. Y Garitano le sustituyó luego para dar entrada a Sandro, cuando el Athletic pasó a practicar un fútbol directo, de centros al área, que llevó al técnico a poblar de nuevo cada banda con dos futbolistas txuri-urdin.

trayectoria El momento en que Sangalli se retiró del terreno de juego en pleno derbi, ovacionado por el sector de afición realista, supone hasta la fecha el punto culminante de una trayectoria teñida enteramente de blanco y azul. Luca es sobrino de Miguel Fuentes, exjugador y expresidente del club. Y su hermano Marco, tres años mayor que él, también siguió en Zubieta todo el itinerario formativo que lleva al primer equipo. Debutó en él en septiembre de 2013, en el Camp Nou y a las órdenes de Jagoba Arrasate. Pero con él se cumplió aquello de que es más fácil llegar que mantenerse. El mayor de la saga no pudo tener continuidad en la elite, aunque se ha forjado desde entonces una buena carrera en Segunda División (ha jugado en el Alavés y en el Mirandés, y ahora milita en el Alcorcón).

El viernes por la noche, Marco siguió desde la concentración de su equipo en Las Palmas el gran derbi de Luca. Perteneciente a la estimada generación txuri-urdin de 1995 (Odriozola, Guridi, Bautista, Capilla...), el menor de los hermanos Sangalli ingresó en la Real para disputar en junio de 2007 el torneo alevín de Brunete. Aquel equipo de jovencísimos blanquiazules alcanzó la final, perdida contra el Villarreal (4-1), pero demostró que en la mencionada quinta podían depositarse muchas esperanzas. El tiempo ha ido dando la razón a las perspectivas generadas, ya que siete años después de la derrota de Brunete, la final que se escapó fue la del Campeonato de España de la División de Honor juvenil.

Ocurrió en la temporada 2013-14, un curso cruel para los de Jon Mikel Arrieta. Perdieron injustamente la eliminatoria de la UEFA Youth League ante el Schalke 04 (1-2 en Anoeta, gol de Sangalli), y en la mencionada final estatal se vieron superados en la tanda de penaltis por el Real Madrid (con Luca como titular). Fue la antesala a cuatro buenas campañas del canterano en el Sanse, en las que se ganó el salto protagonizado este último verano.