donostia - El fútbol es un deporte colectivo en el que los contextos juegan un papel fundamental. Un movimiento o un cambio en un sector del campo puede afectar de lleno a lo que sucede en otra parcela del terreno de juego. Y la actual Real lo está conociendo de primera mano. El cuadro txuri-urdin ha visto este verano cómo la salida de Yuri implicaba la entrada en el lateral zurdo de Kevin Rodrigues, un relevo que va a permitir a Eusebio Sacristán recurrir a nuevas fórmulas. Las características del baionarra son muy distintas a las del de Zarautz, lo que, entre otras circunstancias, facilita al técnico actuar con dos puntas.

Así lo hizo anoche contra el Villarreal, por mucho que Juanmi actuara de falso extremo zurdo, principalmente cuando el adversario tenía el esférico, para tapar las subidas del lateral visitante. Sin embargo, en ataque la Real adquiría una disposición muy trabajada durante todo el verano y que suponía contar con Kevin prácticamente como un delantero más. Se trata de un lateral más ligero que Yuri, menos potente, pero con mayor capacidad de desborde en el uno contra uno en estático. Mientras el propio Yuri necesitaba la pasada campaña metros por delante para aprovechar toda su potencia, Kevin puede esperar el balón en la posición de extremo. Así, mientras con el zarauztarra Juanmi tenía que ocupar inicialmente el flanco zurdo del ataque, ahora cuenta con licencia para acompañar a Willian José desde el arranque de las jugadas, formando una sociedad que además ofrece combinaciones alternativas con Agirretxe de por medio.

Sea como sea, es el malagueño el principal beneficiado por el movimiento. Nunca se ha cansado de repetir que se considera un segundo punta, demarcación que no existía en la Real de la pasada campaña y que ahora aparece gracias a las mencionadas variaciones. Pese a su incuestionable rendimiento goleador, Juanmi no pudo desarrollar todo su potencial la pasada temporada. Se le vio demasiado incómodo, lejos del ariete, cuando actuó en el extremo. Y demostró también que jugar como referencia no es su fuerte. Además, no compartió excesivos minutos con Willian José sobre el césped. Primero era simplemente su relevo. Y después, cuando empezó a adquirir un mayor protagonismo, el brasileño lo perdió por culpa de las lesiones y las recaídas.

Ahora por fin pueden jugar juntos. Y lo demostraron ayer, en un duelo cuyo planteamiento por parte de Eusebio demostró también las razones por las que prefirió reservar a Januzaj. El técnico quería abrir el campo con los laterales y hacer daño creando superioridades en la zona interior. Le salió bien, gracias al desempeño de Juanmi y también a la total libertad que demostró Willian José a la hora de ofrecer apoyos en la medular.

Si la pasada temporada concluyó con la sensación de ver a una Real ya algo encorsetada en su dibujo ahora aparecen opciones para convertir a la escuadra txuri-urdin en un conjunto más dinámico, móvil e imprevisible. Lo mejor de todo es que, el día en que el entrenador quiera plantear algo completamente distinto, también tendrá herramientas para ello.