donostia - La filosofía deportiva de la Real Sociedad, respetada en mayor o menor medida a lo largo de las últimas temporadas, consiste en formar un equipo de base canterana aderezado con refuerzos foráneos, cuya misión residiría en marcar la diferencia y/o suplir las carencias existentes en la factoría de Zubieta. A este último respecto, sorprende que la gran asignatura pendiente de la producción en las categorías inferiores de la entidad apunte a una demarcación de gran tradición en la casa, la portería. No salen guardametas que opositen a subir al primer equipo, una circunstancia que, además, desde los despachos de Anoeta se solventó el verano pasado concretando dos cesiones, la de Rulli y la de Oier.
Los contratos del argentino y del irundarra expiran el 30 de junio. Y el a priori mejor colocado en el club para tomar una hipotética alternativa, Ander Bardají, no parece preparado aún para dar el salto, lo que apunta a que la meta txuri-urdin supone ahora mismo, sin lugar a dudas, la plaza del equipo que más incógnitas genera. La continuidad de Rulli, ya en propiedad, se está negociando actualmente y parece bien encarrilada, pero nada puede darse por hecho estando de por medio el fondo de inversión que posee los derechos del de La Plata. Mientras, Oier Olazabal tiene prácticamente imposible continuar, tras quedarse fuera de la gira estadounidense de los txuri-urdin.
nombres propios El boceto de la plantilla blanquiazul la próxima campaña presenta así, a día de hoy, una carencia evidente que, sea con los guardametas que sean, la Real parece decidida a paliar en el mercado. Y es que la lista de arqueros de Zubieta, pese a invitar al optimismo de cara al futuro, se antoja ciertamente verde aún. Comenzandopor el portero que la encabeza, Ander Bardají, quien durante la madrugada de ayer defendió los palos blanquiazules durante la segunda parte del amistoso ante el San José Earthquakes. El de Lasarte-Oria ha completado una campaña discreta con el Sanse, y sus apariciones con los mayores, principalmente en la última pretemporada ante el Zaragoza, han evidenciado que aún tiene camino por recorrer.
De hecho, Bardají ha visto desde el banquillo algún que otro partido del filial, en beneficio de Pablo Sisniega, un meta mexicano que ha ofrecido un aceptable rendimiento bajo palos. Guipuzcoano y azteca han sido dos actores principales dentro del atasco de arqueros sufrido esta misma campaña por el segundo equipo realista, y que ha obligado a acometer varias cesiones, como las de Jon Tena (Real Unión) o Gorka Giralt (Portugalete). Incluso el Berio ha tenido que desprenderse de efectivos ante el overbooking de guardametas, al prestar en enero a la Peña Sport a un Tanis Marcellán que apunta a dejar definitivamente el club este verano, rumbo al filial del Granada.
Todos los metas nombrados atesoran buenas condiciones, pero también parecen lejanos a dar un salto que, a estas alturas de sus trayectorias, debería verse más cercano. Quizás las mayores dosis de esperanza estén en un Berio cuyos metas Garrancho y Zubiaurre, que han alternado titularidades, apuntan muy buenas maneras.