“Que las apuestas por la cantera estén saliendo bien nos favorece a todos”
Jon Gaztañaga (Andoain, 1991) espera una llamada de Loren. Asegura estar concentrado en los partidos que le quedan en el Numancia, donde milita cedido, pero la Real debe decidir en dos semanas sobre su futuro
andoain - ¿Cómo le van las cosas?
-Bien, estoy contento. Empecé la temporada jugando siempre. En la primera vuelta, exceptuando el último partido contra el Albacete, disputé todos los encuentros y todos los minutos. Luego, la sanción por acumulación de amarillas coincidió con una época en la que el equipo enlazó varias semanas sin perder, y me costó volver a entrar. Ahora estoy alternando jornadas en los que soy titular con otras en las que me toca esperar en el banquillo. El pasado sábado, por ejemplo, jugué de inicio contra el Zaragoza.
Sorprendió verle tanto tiempo fuera de las alineaciones. ¿Habló al respecto con Jagoba Arrasate durante aquel tramo de Liga?
-Lo mismo que cuando juegas no pides explicaciones sobre por qué lo haces, tampoco hay nada que preguntar cuando te quedas fuera de las alineaciones. Pero sí es cierto que, cuando llevaba varias semanas siendo suplente, comentamos la situación un par de veces. Jagoba me dijo que siguiera entrenando bien, que las oportunidades siempre llegan y que, cuando esto ocurre, hay que estar preparado para aprovecharlas.
En el Numancia, Jon Gaztañaga es pivote.
-Siempre que he jugado aquí lo he hecho como centrocampista. Cuando vine, estaba acostumbrado a trabajar como pivote defensivo, yo solo por delante de la defensa, pero este año el míster está saliendo casi siempre con un doble mediocentro. Así que juego con un compañero al lado. Y creo que me he adaptado a ello sin problemas. A todo hay que amoldarse.
¿Es mejor ser considerado solo centrocampista que un jugador polivalente? Muchas veces, este último termina por no jugar, ni en un sitio ni en el otro.
-Bueno... He pasado cuatro o cinco años alternando las posiciones de pivote y de central, y me he dado cuenta de que soy más centrocampista que defensa. En los sitios en los que he estado me han comentado lo mismo. Si luego, en un momento puntual de la temporada, tengo que jugar de central, no hay ningún problema. De hecho, creo que cuando me ha tocado retrasar mi posición he cumplido. El año pasado en Ponferrada, por ejemplo, jugué casi siempre atrás. Pero te repito que me considero más pivote que central.
Su equipo se ha quedado en tierra de nadie.
-El asunto de la permanencia lo tenemos solucionado. Y alcanzar la zona de promoción de ascenso está muy complicado. Pero, si ganamos los cuatro partidos que faltan, creo que podemos llegar a meternos. De momento vamos a ir semana a semana, empezando por la visita a Osasuna del domingo. Ya se verá luego si terminamos o no con opciones.
¿Han tenido en Soria la exigencia de pelear por el ascenso?
-Durante las últimas temporadas, el Numancia siempre ha estado en la zona media de la clasificación. Pero también es cierto que el pasado verano, viendo la plantilla que se formó, todos teníamos la esperanza de pelear en la zona alta de la clasificación, partiendo de la base de que lo primordial era asegurar la permanencia. Empezamos muy bien, pero luego vino una mala racha con la que bajamos muchos puestos, y desde entonces no hemos sido capaces de enlazar tres o cuatro victorias que nos permitan engancharnos a la lucha. Con tanto empate siempre es difícil.
Ese es el balance colectivo. ¿Y el individual?
-Creo que estoy haciendo una temporada bastante buena. Empecé como el equipo, muy bien, y luego bajé un poco durante el tramo intermedio de la Liga. Pero en líneas generales estoy muy contento, porque la experiencia me está sirviendo par aprender muchas cosas y para crecer como futbolista.
¿Se siente mejor jugador que hace un año?
-Sí. Siempre puedes tender a pensar que yendo a un club de Segunda estás dando un paso atrás, pero este año me está viniendo muy bien.
¿Tiene constancia de que en la Real estén siguiendo de cerca sus pasos?
Sí, sí. Siempre que un jugador sale cedido, el club le hace un seguimiento. Sé que han venido a verme varios partidos, y seguro que están bien informados de cómo lo estoy haciendo.
Termina contrato como txuri-urdían el 30 de junio. ¿Le han dicho algo desde el club?
-No. Tienen una opción unilateral para renovarme por dos temporadas más. Y pueden ejecutarla hasta el 31 de mayo. Habrá que esperar todavía para saber algo.
La cosa ha cambiado un poco desde que se marchó. Moyes ya no está.
-Está claro que si salí de la Real, fue porque el anterior entrenador no confiaba en mí. Ahora está Eusebio, y tanto él como el club tendrán que valorar si les gusto y entro en sus planes.
¿Qué ocurrió la pasada campaña? ¿Tanto pesó aquel partido de Copa en Oviedo?
-No lo sé. El caso es que llegó enero, quedaban cinco meses de temporada por delante y veía que no iba a tener opciones de jugar, así que tomé la decisión de marcharme cedido a la Ponferradina. En cuanto terminé la Liga allí y volví a casa, se me comunicó que Moyes no contaba conmigo y que iba a a tener que buscar una nueva salida. La opción que más me sedujo fue la del Numancia, y aquí estoy.
El técnico escocés se llevó de pretemporada a muchos canteranos, pero a usted le descartó de antemano. ¿Le sorprendió?
-Desde un principio dejó claro que no contaba conmigo. Me dio pena que no me concediera aunque sea esa pretemporada para tener la opción de demostrar mi nivel o de convencerle. Pero esto es fútbol: a unos entrenadores les gustas y a otros no. Al final, casi es mejor enterarte pronto de estas cosas, y no llevarte chascos luego.
Con Eusebio han tenido mucho protagonismo Aritz Elustondo y Mikel Oyarzabal. ¿A nivel personal lo ve como un motivo para la esperanza?
-Sí. Desde la distancia sí que veo que la filosofía de Eusebio casa con la del club. La Real siempre ha apostado por futbolistas de su cantera, y se ha visto que el actual entrenador responde a ese perfil. Eso nos da fuerza a los que nos hemos formado en Zubieta.
En contra de Gaztañaga jugaría, mientras, la renovación de Markel o la pujanza de Igor Zubeldia.
-A Igor no le conozco, no le he visto jugar mucho. Pero, bueno, yo lo que tengo que hacer es centrarme en mi trabajo, hacerlo lo mejor posible y luego ya corresponderá a la Real tomar una decisión conmigo. Que el club esté confiando en la gente de casa y que esas apuestas hayan salido bien nos favorece a todos.
El 31 de mayo se acerca. ¿Vive uno ya pendiente del móvil?
-No, no. Ahora mismo soy jugador del Numancia y estoy centrado en los cuatro partidos que nos quedan. Sí que es cierto que la fecha en la que la Real tiene que tomar la decisión se está acercando. Pero, hasta que ese día llegue, lo mejor que puedo hacer yo es seguir trabajando a tope con el equipo.
¿Qué me dice de la temporada de la Real?
-El equipo empezó mal, y eso le ha hecho ir a remolque casi toda la temporada. Luego ha habido rachas positivas en las que parecía que se le iba a poder dar la vuelta a la campaña, pero enseguida volvían los malos resultados. Ha sido un año irregular, pero ha quedado claro que este equipo está capacitado para estar muy arriba a nada que las cosas le salgan medianamente bien. En una temporada discreta, la Real ha terminado novena. Creo que eso es significativo.