Campaña fallida
la real, novena finalmente tras la victoria del málaga ayer, dice adiós a una temporada irregular en la que no ha logrado su objetivo de pelear por europa
donostia - La Real puso punto final a su campaña el pasado viernes en Mestalla, con un triunfo que permitió a los txuri-urdin concluir el campeonato sumando seis puntos en sus últimos dos encuentros. Se trata de un buen epílogo que no tapa, en ningún caso, lo que debe ser un balance general de signo claramente negativo. Y es que el ejercicio de los blanquiazules no ha respondido a las expectativas generadas desde dentro del propio club. El objetivo era pelear por Europa. Y en este sentido han ocurrido dos cosas. La primera, que el equipo ha alcanzado el tramo final del campeonato sin opciones de entrar en las competiciones continentales. Y la segunda, que cuando tras ganar en San Mamés se vio inmersa de lleno en la pugna por las posiciones nobles de la tabla, encadenó cinco encuentros sin victorias en los que sumó solo dos puntos, permitiendo que se esfumaran así sus posibilidades.
El presidente Jokin Aperribay ha analizado que la temporada realista ha sido irregular, un balance tan cierto como sesgado. Porque esa irregularidad está fuera de toda duda, pero lo que debe valorarse sobre todo es el contexto en el que se ha producido, con un equipo que se ha quedado sin poder pelear por las metas fijadas y elaborado además mediante una importante apuesta económica, origen de la que ha resultado la plantilla más cara de la historia del club.
Las inversiones realizadas, principalmente para incorporar a Asier Illarramendi y Jonathas (17 y 7 millones de euros respectivamente), así como la continuidad de Gero Rulli generaron mucha ilusión en la hinchada a finales del mes de agosto, de cara a lo que suponía el primer proyecto txuri-urdin partiendo de cero de David Moyes. La apuesta por el escocés, en cualquier caso, no tardó en revelarse como errónea, tal y como demuestran los nueve puntos cosechados en las once primeras jornadas de Liga.
Tan pésimo balance costó el cargo al británico, relevado por un Eusebio cuya llegada permitió a la Real mejorar su juego y sus resultados. La línea ascendente de los txuri-urdin con el de La Seca se vio quebrada, sin embargo, por el 5-1 encajado en Gijón el 22 de enero, dos meses después del relevo en el banquillo. La derrota supuso un punto de inflexión para el equipo, más en lo futbolístico que en lo clasificatorio. Y es que a aquella noche de El Molinón le sucedió una racha de cuatro triunfos consecutivos certificados, eso sí, con un desempeño más pragmático, y más basado en las características del rival.
Con trece partidos por delante, Europa era una opción real, pero un balance de dos puntos sobre quince en una fase benévola de calendario dilapidó todas las opciones y volvió a generar respecto a la zona baja una incertidumbre disipada luego con triunfos ante Sevilla y Barça. Irregularidad sí. Pero balance negativo también.