donostia - Gerónimo Rulli firmó hace casi un mes el contrato por el que su cesión a la Real Sociedad quedaba renovada por una temporada más. Por contra, la comunicación oficial de la operación se demora día tras día, mientras la rumorología parece alejar al argentino de Donostia y acercarle a Valencia. Lo cierto, sin embargo, es que en las oficinas de Anoeta, aún siendo conscientes de que el club che se ha inmiscuido, confían en que el meta argentino vestirá la camiseta txuri-urdin la próxima campaña.
Lo que tiene todos los visos de convertirse en un culebrón arrancó el pasado 21 de mayo. Durante la tarde de aquel jueves previo a la última jornada liguera, Rulli acudió a Anoeta y firmó el contrato, noticia que adelantaría este periódico en su edición del día siguiente. El propio meta publicó en su cuenta de Twitter una fotografía sobre el césped del estadio, con la frase “Anoeta, nos vemos pronto”. Resuelto el asunto con el futbolista y sus representantes, todo quedaba pendiente de un acuerdo con el fondo de inversión propietario del pase, un entendimiento que se antojaba más que posible.
papeleos Comenzó entonces una fase tan tediosa como necesaria en cualquier operación futbolística que se precie, la de unos papeleos que, en cualquier caso, suponían simplemente un mero trámite con el que había que cumplir. La Real envió al club uruguayo Deportivo Maldonado (nombre tras el que figura el mencionado fondo de inversión) los documentos del acuerdo suscrito con Rulli, esperando su aprobación. Desde Sudamérica, los agentes del fondo modificaron determinados detalles del contrato, que remitieron de vuelta a Donostia incluyendo algunas variaciones. El club txuri-urdin no puso objeción alguna a las mismas, y comunicó por escrito que las aceptaba, dando así luz verde a lo que debía ser la firma definitiva por parte del Deportivo Maldonado. Pero esta todavía no se ha producido.
Rulli suscribió el contrato el día 21 de mayo. Dos más tarde, el sábado 23, en Almería, el portero del Valencia, Diego Alves, caía gravemente lesionado, sufriendo una rotura de ligamentos que le mantendrá alejado de los terrenos de juego hasta el próximo mes de enero como mínimo. El club che se lanzó inmediatamente al mercado en busca de un guardameta, y Gero Rulli parece ser el elegido. Este sería el motivo por el que los integrantes del fondo de inversión propietario del pase demoran el visto bueno al acuerdo con la Real, una circunstancia que desde Anoeta observan con fastidio, pero también con la confianza de que la ley da la razón al club blanquiazul.
En la entidad guipuzcoana consideran que, pese a no existir firma alguna que rubrique el entendimiento, este sí se ha producido y formalizado a efectos legales. En el club conservan los documentos mediante los que el Maldonado proponía las condiciones definitivas del acuerdo y en los que la Real las aceptaba, un material que los dirigentes txuri-urdin estiman más que suficiente para hacer valer en una hipotética visita a los juzgados. Además, existe en el contrato pactado (que no firmado) una cláusula en la que se especifica la cantidad que debería satisfacer el Maldonado en caso de no cumplir con todo lo estipulado: 30 millones de euros. Si este fondo de inversión termina cerrando un acuerdo con el Valencia, la Real le reclamaría la compensación económica, generando una situación que también podría afectar al club che como responsable subsidiario.
posturas claras La situación actual, así, parece clara. El futbolista y sus agentes prefieren la Real, ya que consideran que es el club en el que mejor va a poder desarrollar su carrera esta temporada. El fondo inversor propietario de su pase se decanta por la propuesta del Valencia, y demora la firma del contrato remitido desde Donostia. Y en el club txuri-urdin aguardan acontecimientos, conscientes de que una cesión de Rulli a Mestalla iría contra la voluntad del meta y podría terminar, además, en un contencioso ante los tribunales.