donostia - La afición realista sigue aguardando impaciente la llegada de los refuerzos para la próxima temporada. Pocas veces han generado tanta expectación los fichajes en un club que suele basar su planificación habitualmente en la cantera, tal y como se han cansado de repetir Jokin Aperribay y Lorenzo Juarros. La explicación se encuentra en el mal sabor de boca que dejó la campaña pasada en el entorno txuri-urdin y en que Moyes siempre se ha jactado de que uno de sus fuertes es hacer una buena labor de scouting para apuntalar el equipo.
La realidad es que las dos ruedas de prensa ofrecidas por el presidente y el director deportivo no han hecho más que aumentar la sensación de preocupación y de decepción, ya que sus mensajes no concordaban demasiado con el que ha venido lanzando Moyes en las previas de cada encuentro y en las entrevistas que ha concedido a lo largo de estos últimos meses.
El escocés dejó claro que no esperaba novedades hasta el mes de junio, aunque también confirmó que le gustaría tener para el inicio de la pretemporada a la mayoría de sus incorporaciones. No sabemos lo que estará pensando desde su retiro vacacional, pero Loren dejó una sentencia y una petición a la hora de hablar de la venida de las contrataciones: “Yo creo que tenemos que tener paciencia y tranquilidad y pediría que no estuviésemos contando cada día que ha pasado sin que llegue nadie. Es importante que al comienzo de temporada, y eso supone que cuanto antes mejor, tengamos la plantilla que queremos”.
Pero la parroquia txuri-urdin no debe mostrarse demasiado sorprendida con lo que está sucediendo porque, desde que está este consejo y este director deportivo, todos los veranos han estado marcados por los culebrones en los que se convierten sus fichajes. Esto da incluso lugar a singulares teorías que se suelen cumplir casi a rajatabla año a año, como que el primer nombre que suena con fuerza y contundencia no viene casi nunca. Como ejemplo, Danny Ings.
El problema es que uno de los males aludidos por el club al analizar esta temporada fue el mal comienzo. Entre otras cosas, Vela llegó lesionado por una fascitis plantar que le dejó sin pretemporada y Rulli se incorporó el 24 de julio, a pocos días del primer duelo oficial. El panorama no parece demasiado halagüeño para el inicio de esta. El maya se va a volver a perder la preparación de verano debido a que participará en la Copa de Oro con México y confiemos en que se vayan presentando los refuerzos antes del final de julio, ya que el estreno en Liga tendrá lugar el 15 o 16 de agosto.
Tampoco hay que olvidar que desde 1990, cuando se abrió la veda a los extranjeros, un total de 54 fichajes han aguantado solo una temporada en el equipo. Una señal de que, por mucho que también han llegado foráneos de gran nivel, no se ha tenido buen ojo en las elecciones. Habrá que encomendarse al criterio de Moyes...