Kenia canta "¡Mariga, Mariga!"
Los alumnos de un orfanato Keniano reciben con emoción la camiseta de su ídolo nacional McDonald Marinaga
CUALQUIER guipuzcoano que haya viajado alguna vez por Kenia se habrá dado cuenta de ello. Donostia y Gipuzkoa, como es lógico, no son lugares conocidos para los simpáticos y curiosos kenianos. Sin embargo, en los últimos meses, una referencia ineludible ayuda a los turistas a presentarse ante los lugareños: McDonald Mariga.
"Es muy famoso aquí", avisa el guía, pocos minutos después de que los visitantes lleguen a Nairobi. Conduce una vieja furgoneta, con amplias ventanas y un techo móvil que se abre para ampliar la visibilidad de sus pasajeros durante los safaris. Sus palabras pronto encuentran la confirmación en la calle. "¡Ahí está!", señala el joven cicerone. Fuera, el fichaje más importante de la Real Sociedad para esta temporada protagoniza un anuncio comercial gigante, de esos que abundan en la urbe africana. No será el último con el que se encuentre el viajero.
Y es que McDonald Mariga Wanyama, a pesar no haber cuajado un buen comienzo liguero, es un ídolo nacional en su país de origen. Una de las referencias ineludibles para los aficionados al fútbol, que no son pocos en la excolonia británica. Su trayectoria no pasa desapercibida entre sus paisanos, en especial desde que el larguilucho centrocampista de Nairobi se convirtiera, el año pasado, en el primer jugador keniano en participar en la Champions League, al disputar unos minutos contra el Chelsea mientras defendía los colores del Inter de Milan. Se cuenta en el país africano que su madre, Mildred, siguió el partido con una vuvuzela entre sus manos.
"¿Real Sociedad? ¿Mariga?" La curiosidad de Ignatius, un joven procedente de la provincia de Nyanza, se dispara al oír hablar de Mariga. "Pude ver en la tele el partido Real Sociedad-Barcelona", añade, por lo que siguió en directo el debut de su compatriota con la camiseta txuri-urdin. Su interlocutor aprovecha para plantearle algunas dudas sobre su bajo rendimiento en Donostia, algo que el propio jugador ha aceptado esta misma semana, a lo que Ignatius responde con una sonrisa. "Es una de las promesas del país. Muy buen jugador, con gran proyección", promete, y comienza a hablar de la familia de Mariga.
la familia wanyama
Una saga de deportistas
Si el fichaje estrella de la Real de este año es conocido en su país, también lo es su familia, una conocida saga de deportistas. Cuando el año pasado Mariga pasó a las filas del Inter, el periódico de referencia Daily Nation le dedicó un reportaje a su hermana Mercy Wanyama. La adolescente, entonces capitana del equipo de baloncesto del instituto The Lanky Langata High School, afirmaba fijarse en el ejemplo de su hermano. "Me ayuda a seguir trabajando duro y, si Dios quiere, la NBA femenina verá pronto de lo que somos capaces en Kenia", declaró ante el periodista.
No era un sueño juvenil. La joven de los Wanyama ha recibido este verano una beca de cuatro años para estudiar y jugar al baloncesto en el equipo universitario California Baptist University, en EEUU.
La destreza deportiva de los Wanyama no termina ahí. Porque todo comenzó con el cabeza de familia, Noah, que militó en el Abaluhya FC -ahora AFC Leopards-, uno de los clubes más importantes del país africano, en los setenta y ochenta. Curiosamente, la indumentaria actual de este equipo es similar a la Real, con rayas blancas y azules. El ejemplo paterno no solo influyó en Mariga, sino también en Thomas, campeón de la Premier keniana en 2009, y en Victor Mugabe, que también ha dado el salto a Europa. "Es centrocampista y juega en el Celtic", confirma el bien informado Ignatius.
camiseta solidaria
En la isla Mfangano
Un grupo de turistas guipuzcoanos, entre los que se encontraban estos redactores, pudo comprobar recientemente el tirón de McDonald Mariga entres sus conciudadanos. La muestra más emocionante de esa predilección tuvo lugar en una escuela llamada Shalom Christian Center. Los alumnos de este orfanato-escuela, situado en una de las islas más grandes del Lago Victoria (Mfangano Island), recibieron como regalo una camiseta txuri-urdin, donada por el propio Mariga y la Real Sociedad, con el número 18 y firmada por todos los jugadores del primer equipo. En la tranquila y pobre vida diaria de Mfangano, en un entorno donde el sida causa estragos, el regalo fue recibido con enormes muestras de alegría. Aquel día, los más de 150 alumnos de la escuela -la mitad huérfanos, la mayoría como consecuencia del sida- celebraron el obsequio con varios cánticos y sonoros gritos de "¡Mariga, Mariga!". "Colgaremos la camiseta en la escuela", prometieron sus profesores.
Con un poco de fortuna, aquella camiseta solidaria podría convertirse en la semilla de una nueva afición txuri-urdin. No sería raro, a pesar de tratarse de una entidad extranjera, ya que los grandes clubes de la Premier League inglesa y la Liga española levantan pasiones entre los kenianos, por encima de los equipos punteros de Kenia. No hay fin de semana en el que los futboleros no se reúnan en el centro social o comunitario más cercano para seguir por la tele los partidos del Arsenal, el Liverpool, el Barcelona o el Madrid.
"Soy del Barcelona", se reafirma un veterano aficionado de Mfangano, Arwins Orebo, que justifica su adscripción en "el gran poderío" técnico y táctico de los blaugrana. "Tienen a Messi, a Iniesta... todos grandes jugadores", enumera. Una situación que el visitante sentirá haber vivido en más de una ocasión, aunque con la satisfacción de que, de vez en cuando, un jugador de la Real llamado McDonald Mariga sea mencionado en esa retahíla de ídolos.