Un oso se cuela en una casa, se mete en el jacuzzi y se echa una siesta en el sofá

Tener una casa con un buen terreno exterior y jacuzzi puede provocar la envidia entre los vecinos, pero también entre algunos animales, a los que también les gusta la buena vida. Que se lo digan a unos vecinos de Punta Gorda, en el suroeste de Florida (Estados Unidos), que se enteraron de que un oso había estado disfrutando de su casa, aunque por suerte no se toparon con él.

Un oso en el jacuzzi

Según informaCBS News, el pasado 8 de junio, los jardineros de Punta Gorda Isles, una zona residencial acomodada, vieron que había un oso negro corriendo por el patio trasero de una de las casas y llamaron al teléfono de emergencias. Poco después se presentaron allí agentes de la Policía Local, que acudieron a la residencia afectada para avisar a su propietario, Lynn Martin, de lo que había en su patio.

Martin pensó en un principio que se trataba de una broma, pero tras revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad que tiene en su casa pudo comprobar que era totalmente cierto. El oso en primer lugar había decidido probar el jacuzzi metiéndose dentro y después, ya relajado, se dispuso a echarse una siesta. Apartó los cojines que le molestaban en un sofá, se puso cómodo y durmió durante seis horas.

Devuelto a su hábitat

Los policías avisaron a la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida, que enviaron a especialistas que colocaron trampas dentro de la propiedad, buscando que el oso decidiera marcharse. Pero no lo hizo, sino que se quedó en un terreno cercano y se encaramó a un árbol. Los especialistas se mantuvieron en la zona durante todo el día y el día siguiente, cuando se vio al oso, que no caía en las trampas, durmiendo en otro árbol del vecindario. Ahí esperaron pacientemente a que despertara para capturarlo, algo que finalmente consiguieron antes de trasladar de forma seguraal plantígrado, que en ningún momento mostró una actitud agresiva, a su hábitat natural.

No es el primer caso de encuentro con osos que tiene lugar en Florida en los últimos tiempos. La creciente población de osos negros en Florida, que cuenta ya con más de 4.000 ejemplares, propicia un mayor número de avistamientos y de encuentros con personas, especialmente en las zonas rurales del norte y del centro de Florida. Uno de ellos, en mayo, acabó con un hombre de 89 años y su perro muertos cerca de la localidad de Naples.