Un repartidor a domicilio de kebab ha sido detenido al descubrirse que, junto a un compinche, se comía el pedido, se quedaba el dinero que iba a dar para el cambio y después denunciaba falsamente que había sido robado con un arma blanca y con violencia e intimidación. La Guardia Civil informó el viernes pasado de que el arresto de este empleado, R.C.L., español de 23 años, ocurrió el pasado lunes, mientras que su compañero, D.H.M. de 18, fue detenido posteriormente. Según la investigación, D.H.M. se encargaba de realizar la llamada para pedir la comida aunque, supuestamente, no llegaba a recibir el pedido. En realidad se repartía tanto la comida como el dinero que R.C.L. portaba para darle las vueltas, y a continuación éste último denunciaba el falso robo. Los agentes descubrieron la falsedad de la acusación a raíz de que comprobaran que en las dos ocasiones los pedidos los había hecho la misma persona, D.H.M.
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