Cualquier mujer puede ser víctima de la violencia machista, ya que el agresor maltrata por el simple hecho de que él es hombre y, ella, mujer. No hay mayor expresión de desigualdad de género. Quien así de contundente se pronuncia es Oiane Zarate, coordinadora de Satevi, el servicio de atención telefónica puesto en marcha por el Gobierno Vasco, que atiende todo tipo de violencia contra la mujer, no sólo física, también psicológica, económica, sexual... "Somos un equipo de psicólogas, educadoras y trabajadoras sociales especializado en violencia contra la mujer, que ofrecemos información, orientación y acompañamiento", explica. Por eso, ante cualquier síntoma de maltrato, invita, no sólo a las víctimas, también a su entorno, a dar el paso y marcar el 900 840 111. "No llaman con la primera agresión, ante el primer síntoma de violencia, lo hacen cuando toman conciencia de que algo grave les sucede, de que no es normal lo que les ocurre, de que tienen miedo y se sienten culpables, pero no saben qué hacer", detalla.

Marcar el 900 840 111 es, por ello, sinónimo de atención inmediata, pero también de anonimato y confidencialidad. El número es gratuito, responde en 51 idiomas, también a personas con discapacidad auditiva y no deja rastro en la factura telefónica. El pasa do año, el teléfono de Satevi sonó en 2.674 ocasiones. Al otro lado de la línea, 1.961 personas pidieron auxilio. 1.322 fueron mujeres víctimas de la violencia machista, 13 de ellas embarazadas; 468, personas próximas y 171, profesionales. En todos los casos se detectó alguna señal de maltrato psicológico, pero también físico (596 casos), económico (374) y sexual (95).

Efecto Rociíto

Últimamente el teléfono echa humo. Desde Satevi lo achacan a varios factores, entre ellos la incidencia de la campaña de publicidad hecha desde el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Socia les del Ejecutivo vasco. Pero también al efecto Rociíto y a la pandemia sanitaria. "El hecho de que en la televisión se esté todo el día hablando de la violencia contra las mujeres y de que sean profesionales quienes aborden el problema, le da valor, visibilidad, y puede hacer que una mujer que se sienta identificada con lo que escucha, decida tomar la decisión y pedir ayuda", señala en referencia al documental sobre Rocío Carrasco.

Respecto a las consecuencias de la pandemia, no cabe duda de que los meses de confinamiento fueron duros para las mujeres víctimas de la violencia, obligadas, además de sufrirla, a convivir bajo el mismo techo que su maltratador y sin poder darse ni un respiro fuera de casa.

Marcar el 900 840 111 fue, sin duda, una tabla de salvación para las 830 mujeres que pidieron ayuda entre marzo y mayo. De ellas, 422 vivían con su agresor, así que no les quedó más remedio que aprovechar el momento de bajar la basura o hacer la compra para alertar de su situación sin que su agresor se diera cuenta. Habitualmente, las mujeres buscan el momento que consideran más propicio para solicitar ayuda, suele ser los lunes después de que han deja do a los hijos en el cole y están solas en casa. Pero durante el confinamiento, los agresores no se despegaron de su víctimas, así que, para ellas, todos los días eran iguales.

Pese a las dificultades, el servicio de atención telefónica se mantuvo operativo, gracias a que las psicólogas, educadoras y trabajadoras sociales de Satevi supieron adaptarse a la grave situación: crearon una conversación en clave en la que las interlocutoras respondían con monosílabos, sin dar pistas a sus agresores del motivo de la llamada.

Marcar el 900 840 111 es, a la postre, un paso fundamental para que "las víctimas de violencia contra las mujeres entiendan lo que les sucede, empiecen a trabajar la conciencia del maltrato y decidan. Aquí les orientamos y asesoramos, pero son ellas las que, al final, deciden qué hacer", apunta Oiane Zarate, en un llama miento a que todos y todas hagamos que suene el 900 840 111.

POLÍTICAS SOCIALES

  • Satevi. Servicio de atención telefónica a mujeres víctimas de violencia doméstica o por razón de sexo del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Socia-les del Gobierno Vasco. Está ope-rativo las 24 horas del día. En 2020 registró 2.674 llamadas (55% desde Bizkaia, 26% de Gipuzkoa y 16% de Álava), realizadas por 1.961 personas demandantes de ayuda.
  • Teléfono: 900 840 111. Ade-más, si se llama al 016 desde Euskadi, la llamada se deriva al teléfono 900 840 111.