La comisión de investigación del caso Koldo en el Senado recibirá este miércoles a la empresaria Carmen Pano, quien aseguró al juez de la operación Delorme que, por orden de Víctor de Aldama, exnovio de su hija, llevó 90.000 euros en metálico a la sede del PSOE. Carmen Pano es propietaria de la empresa Combustibles Lucinala, con sede en Badajoz, y está investigada en el caso Hidrocarburos.
Su comparecencia, que será la número 88 en la comisión, comenzará a las 10:30 horas. Pano declaró que el dinero procedía de otro empresario investigado, Claudio Rivas, propietario de la sociedad Villafuel y supuestamente socio de De Aldama en el presunto fraude del IVA con empresas fantasmas en el sector de los hidrocarburos.
Pano y Rivas
Sin embargo, Rivas negó en su declaración judicial haber destinado dinero al PSOE a través de Pano. Según ella aseguró a un diario digital primero y a la Guardia Civil posteriormente, fue a Ferraz en dos ocasiones, una en taxi y otra en el coche de un amigo, y entregó 45.000 euros cada una de las veces.
Esas entregas de dinero se las ratificó al juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente al testificar el 25 de febrero. Por tanto, Puente cuenta con dos versiones contrapuestas, ya que Rivas se lo negó en otra declaración ante él ese mismo día.
Según el relato de Pano, entregó el dinero en la segunda planta de la sede socialista las dos veces, a un mismo receptor: un varón de menos de 40 años, con el pelo corto y un poco más alto que ella. A esa declaración judicial acudió Carmen Pano junto a su hija Leonor González, quien tuvo una relación con De Aldama, un comisionista imputado en los casos Koldo e Hidrocarburos.
Vínculos e indicios
Leonor González Pano es la administradora de la empresa Have Got Time, vinculada a los pagos del chalé en la urbanización gaditana La Alcaidesa con el que presuntamente fue premiado el exministro José Luis Ábalos por la trama, por las adjudicaciones a la empresa Soluciones de Gestión en la compra de mascarillas. Los turnos de interrogatorio en la comisión Koldo son de cincuenta minutos para cada uno de los siete grupos parlamentarios, pero tan solo el PP se ha presentado a todas las comparecencias y ha agotado siempre su tiempo, mientras las intervenciones del PSOE suelen ser más breves y el resto de portavoces no acuden siempre.