Zupiria alerta del rebrote de la "violencia urbana" tras los altercados en la marcha de Falange
La Ertzaintza tiene ‘fichado’ al jefe de Falange e investiga a 19 jóvenes de la contramanifestación. El PNV critica a los dos extremos, que Bildu no condene, y la participación de “GKS y Ernai”
Veinte policías heridos, sombrillas y mesas de los bares volando por los aires, 19 detenidos, y algunos vecinos huyendo despavoridos al encontrarse por sorpresa semejante panorama en las calles de su ciudad. La Falange organizó el pasado domingo en Gasteiz un acto para defender la españolidad de Euskadi en la fiesta del 12 de octubre, una convocatoria que no reunía precisamente todos los ingredientes para convertirse en una jornada de concordia en la ciudad. Tuvo como respuesta la convocatoria de tres marchas antifascistas a modo de repulsa por su presencia, pero fue solo una de ellas, una contramanifestación protagonizada por varios centenares de jóvenes, la que desembocó en una batalla campal violenta que el departamento de Seguridad reconoce abiertamente que puso “patas arriba” la ciudad. Cree que este grupo acudió al encuentro de La Falange de manera premeditada, y que se juntaron dos extremos deseosos de conflicto. Este episodio motivó este lunes una reflexión del consejero Bingen Zupiria, quien convocó a los medios de comunicación para mostrar su preocupación ante esta “violencia urbana” que vuelve a emerger aunque parecía algo superado tras el fin de ETA. Añadió que hay colectivos antifascistas que están justificando esa violencia en determinadas situaciones como esta. Zupiria no lo tolera, aunque personalmente contempla con “repugnancia” la visita de La Falange.
Zupiria compareció acompañado por el viceconsejero Ricardo Ituarte. EH Bildu cuestionó a Ituarte por tildar de “fascistas vascos” a los jóvenes que atacaron a la Ertzaintza y la emprendieron con el mobiliario de los bares y las tiendas en esa contramanifestación contra La Falange, porque para EH Bildu el error principal es haber permitido una marcha ultra y cree que no hay que ser “equidistante”. Pero el consejero respaldó la tesis de Ituarte. Su comparecencia comenzó con un punto de autocrítica porque no se ha conseguido el objetivo de que la ciudadanía camine tranquila por las calles. Cree que esa seguridad se puede garantizar con dos instrumentos, que son la ley y la Policía. Con la alusión a la ley, Zupiria se refería a que Falange española y de las Jons es un partido legal y los tribunales son quienes tienen que analizar caso por caso si se suspende un acto, algo que muchas veces no hacen; y, si la ley es insuficiente, son los partidos los que deben debatir en el Congreso estatal si ilegalizan a esta formación. En cuanto al dispositivo policial, Zupiria ensalzó la actuación de la Ertzaintza y no quiso entrar en el cuerpo a cuerpo con los sindicatos ErNE y Esan, que consideran que los ertzainas se vieron desbordados y se tendría que haber cambiado como mínimo el trazado de la marcha. ErNE pide que dimita la cúpula de la Ertzaintza. Zupiria quiso aportar algo de perspectiva y mencionó, por ejemplo, que en otros lugares de Europa se están produciendo también incidentes con ultras que son difíciles de embridar, como las marchas antiinmigración en La Haya.
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Pero hizo autocrítica y se mostró dispuesto a revisar las grabaciones para identificar ámbitos de mejora. “Es evidente que no logramos garantizar la seguridad en las calles de Gasteiz”, admitió Zupiria. No obstante, quiso recalcar que los únicos culpables del caos son las personas que “con su comportamiento violento y totalitario” pusieron en peligro a la ciudadanía. ¿Y quiénes son esas personas? La Ertzaintza detuvo a 19 jóvenes de entre 18 y 38 años, de los cuales 5 eran de Bizkaia, 4 de Nafarroa, 5 de Araba, 4 de Gipuzkoa y 1 de Iparralde.
La Ertzaintza los acusa de vandalismo, lanzamiento de objetos y desórdenes públicos, a la espera de lo que dictamine la justicia. Todos ellos son del grupo vasco que fue al choque contra La Falange, pero Zupiria ha querido subrayar que el jefe estatal de los falangistas, Norberto Pico, está en el radar de la Policía vasca por haber sido la persona que comunicó la concentración, de manera que se le pueden imputar los destrozos posteriores. “Alguien tiene que hacerse responsable”, avisó.
A su lado, mientras hablaba Zupiria, el viceconsejero Ituarte susurraba y confirmaba que “está todo grabado” y que todo esto “forma parte de la investigación”. El consejero quiso confirmar que, además de los ertzainas heridos, una persona se ha presentado en el hospital de Txagorritxu para relatar que sufrió heridas que cree que tienen que ver con la actuación policial. No tenía más datos.
¿Enaltecimiento del franquismo?
“Muchos pensábamos que con el fin de la violencia terrorista de ETA habíamos dejado atrás y para siempre algunos comportamientos violentos y totalitarios, y parece que no es así. Del análisis de las imágenes pensamos que no estamos ante algo espontáneo que surge de la nada como contestación a una manifestación fascista”, dijo Zupiria, para añadir que es “violencia organizada y con preparación previa”. “Estos acontecimientos obligan a la Ertzaintza a analizar con más detalle estas actuaciones violentas y totalitarias y dar mayor importancia a esta violencia urbana. No debemos de ninguna manera aceptar los discursos que restan importancia a estas acciones. En Euskadi hay un discurso antifascista que justifica la utilización de la violencia”, denunció, para considerarlo “inaceptable”.
A partir de ahí, se abren otros debates más allá de la seguridad. El diputado general de Araba, Ramiro González, recordó en la Ser que los tribunales permiten estas concentraciones y que habría que “ilegalizar” a Falange. Por otro lado, se podría actuar también a posteriori si hay delitos, no solo por los altercados. Existe el delito de odio o, en su defecto, la Ley vasca de Memoria permite en su artículo 47.3.f. que se califique como infracción grave el uso de “expresiones ofensivas, vejatorias o atentatorias contra la dignidad de las víctimas de la Guerra Civil o la dictadura franquista” así como el “enaltecimiento” de la dictadura. Grupo Noticias se puso en contacto con el departamento socialista de María Jesús San José, donde aseguraron que aún se está analizando si lo ocurrido encaja con lo recogido en la ley. Falange española y de las Jons emitió un comunicado donde seguía diciendo que “los cómplices de intoxicar a la juventud vasca lo pagarán”.
El PNV afea a EH Bildu que evite la condena
El EBB del PNV, en su reunión semanal, proclamó su “enérgica condena” de los altercados entre Falange y la marcha integrada por “GKS y Ernai, entre otros colectivos”. El PNV recuerda que Falange es su “adversario político”, y cree que desde el otro extremo, “empleando las mismas formas violentas”, “se alimenta una espiral” que recuerda a un pasado oscuro. Además, critica que EH Bildu “desvía la mirada” y “se niega a condenar la violencia”, en referencia a la declaración que no apoyó en Gasteiz. PSE, PNV y PP consensuaron en la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Gasteiz una condena “firme y rotunda” de los “hechos violentos”, sin apoyo de Bildu y Elkarrekin. “La violencia nunca es el camino”, dice el texto, que finalmente no se pudo aprobar como declaración institucional y que apoya también a la Ertzaintza y la Policía municipal. Elkarrekin comparte la condena, pero quería un rechazo más explícito a la visita de Falange.
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