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Ibone BengoetxeaVicelehendakari primera y consejera de Cultura y Política Lingüística

“En un país justo, los derechos lingüísticos y los laborales no se contraponen entre sí; se complementan”

Repasamos con la vicelehendakari y consejera de Cultura y Política lingüística del Gobierno vasco el frenético primer año de la legislatura comandada por el lehendakari Imanol Pradales

“En un país justo, los derechos lingüísticos y los laborales no se contraponen entre sí; se complementan”Borja Guerrero

¿Cómo se le ha pasado este primer año de legislatura?

Rápido. Ha sido un año de mucho trabajo y, sobre todo, muy intenso.

Después de estos doce meses, ¿podemos trazar los rasgos diferenciales del lehendakari Imanol Pradales?

Sí. Es un hombre exigente y autoexigente. Es alguien que arriesga y trata de buscar las transformaciones para el futuro de este país. Es un lehendakari nacionalista y europeísta convencido. Por tanto, gran parte de su acción política mira al exterior. Quiere que este país juegue su partida en el mundo.

¿Y cuáles son las señas de identidad del gobierno de coalición?

Somos un gobierno de acción que trata de dar respuestas a las urgencias del presente, pero que no olvida que el país necesita una mirada al futuro. También somos un gobierno colaborativo. A la vista está que no nos gusta hacer las cosas solos. También somos un gobierno trabajador.

En todo caso, no han faltado desencuentros, quizá no el el seno del Ejecutivo, sino entre los dos partidos que lo conforman.

La relación dentro del gobierno es excelente. Las consejeras y los consejeros, independientemente del partido al que pertenezcamos, somos capaces de compartir. Las relaciones son excelentes. ¿Puede haber tensiones? Claro. Pero no solo entre los del PNV y el PSE. A veces, también entre los del mismo partido.

La última discrepancia entre PNV y PSE ha sido por una cuestión que toca muy de cerca sus responsabilidades, el blindaje del euskera en las ofertas públicas de empleo.

Euskera en las OPE

Vamos a ver, el gobierno tiene clara cuál es su hoja de ruta en este caso: es el compromiso 44 de nuestro programa de gobierno, que habla de garantizar los derechos lingüísticos y también de avanzar hacia una convivencia lingüística normalizada y, por tanto, en el seno del gobierno tenemos claro qué es lo que tenemos que hacer porque está escrito. Otra cosa bien distinta es que los partidos políticos en su libre ejercicio quieran presentar propuestas que tratan de dar respuesta a una situación muy concreta que son las oposiciones convocadas por las diferentes administraciones públicas, muchas de las cuales han sido recurridas precisamente por los requisitos de perfiles lingüísticos.

Pero ha quedado claro que lo que el PNV plantea en este contexto no le gusta al PSE.

Creo que lo que han hecho el PNV y, desde su perspectiva, Bildu es plantear propuestas que tratan de dar respuesta a las muchas oposiciones públicas que han sido recurridas por los perfiles lingüísticos.

Permítame insistir: la propuesta del PNV no la comparte el PSE.

Lo que propone el PNV es buscar el modo de proteger jurídicamente el euskera ante las sentencias judiciales. En todo caso, quiero recalcar una cosa: el euskera necesita protección jurídica pero, sobre todo, necesita algo más importante, que es el apoyo de la sociedad.

Hay quien interpreta este desencuentro con el PSE como la ruptura de 40 años de consenso en política lingüística. ¿Es para tanto?

La ley del euskera del año 82 tuvo consensos y, gracias a esos consensos, hemos llegado hasta donde estamos. Y creo que lo que necesita ahora el euskera es una actualización de esos consensos y por eso como Gobierno hemos puesto encima de la mesa una iniciativa que se llama Jauzia Gara. Y luego, otra cosa son las interpretaciones que los partidos hacen en cada uno de los momentos del contexto en el que se produce esta circunstancia.

Ha mencionado la propuesta de EH Bildu. ¿Qué le parece lo que plantea la coalición soberanista?

Como gobierno, nos va a tocar analizar jurídicamente ambas propuestas porque estamos hablando de la modificación de una ley. Entendemos que las dos iniciativas tratan de dar respuesta a una situación jurídica y como gobierno las tenemos que analizar muy bien. Creo que no es una cuestión de qué nos parece sino de hacer un análisis jurídico de si esas propuestas van a servir para lo que pretenden.

¿Son incompatibles los derechos lingüísticos y los laborales? Porque hay quien los pone en contraste, el propio secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza.

Yo creo que en las sociedades justas los derechos no se ponen unos confrontados a otros, los derechos se miran y conviven. Creo que son perfectamente compatibles.

¿Por qué a estas alturas el euskera sigue siendo motivo de gresca política?

“Hay quien todavía usa el euskera en la batalla política por tacticismo y porque interpreta que le da votos”

Probablemente por tacticismos de quienes pretenden obtener réditos políticos. En cualquier caso, eso le hace flaco favor al euskera. Como decía Mitxelena, el euskera es demasiado frágil para ser un arma que se utiliza. Este gobierno se va a empeñar en sacar el euskera de esa emocionalidad negativa, en sacarlo de esa confrontación.

Ha citado la iniciativa Jauzia Gara. ¿En qué se debe concretar el salto del euskera que proponen?

Nos damos un periodo de dos años para lograr un gran consenso social con todos los sectores que estuvieron representados en la puesta de largo de ese proyecto. El euskera necesita toda una sociedad que le dé uso. En ese periodo queremos ir trabajando las complicidades y buscando las emocionalidades positivas. Un gobierno por sí solo no puede garantizar la pervivencia de una lengua. Una lengua perdura solamente si una sociedad la vive, la disfruta y mantiene las relaciones entre las personas a través de ella.

Pacto Vasco de Salud

Vamos con las cuestiones de balance. Se acaba de cubrir uno de los hitos más destacados de este año, la culminación de la mesa del Pacto Vasco de Salud. Ha habido críticas y desmarques, pero las propuestas han salido adelante. ¿Les satisface lo logrado?

Lo primero que esa mesa denota es que somos un gobierno de acción. La sociedad tenía una demanda y en el minuto cero desde que este gobierno empezó a andar, entendimos que era necesario un cambio en la salud. También denota una forma de hacer. Ese trabajo no lo hicieron el lehendakari y el consejero solos. Se convocó un pacto en el que han estado presentes 400 personas de todos los ámbitos relacionados con la sanidad. Se ha trabajado durante más de diez meses en 24 líneas de actuación con un gran consenso. Ahora llega el momento de la verdad, que es ejecutar lo pactado. Y ahí es donde a algunos les ha entrado el vértigo al ver que llegaba la hora de la verdad y el compromiso.

¿Teme que las críticas y los desmarques se traduzcan en una vuelta a la tensión y al conflicto en la sanidad pública?

Yo confío plenamente en el consejero Alberto Martínez. Posee un alto conocimiento de lo que tiene entre manos y un talante que va como anillo al dedo a lo que representa este gobierno. Sabe escuchar y sabe integrar lo que escucha en forma de propuestas. Creo que va a saber ejecutar lo acordado del modo más favorable para nuestra sanidad.

Foro de seguridad

Encarrilado lo sanitario, y lanzados también el pacto vasco de vivienda, el grupo de defensa de la industria y el plan industrial, el siguiente gran hito es el foro sobre la seguridad. Hay quien ha recibido la propuesta acusando al lehendakari de asumir los marcos de la extrema derecha.

Estamos hablando de una preocupación y una demanda de la sociedad. Este es un gobierno que escucha y por eso atiende la demanda. Nuestro planteamiento, alineado con las preocupaciones europeas, es abordar una seguridad integral. Nada más .lejos de lo que la ultraderecha propone. Para nosotros, más seguridad es más bienestar. Y uno de los grandes objetivos de este gobierno era generar bienestar en la sociedad vasca.

¿Cómo ha visto a la oposición, y hablo especialmente de EH Bildu, con sus 27 escaños, en este primer año de legislatura? ¿Se han materializado de algún modo sus apelaciones al diálogo y su permanente mano tendida?

A los hechos me remito. En todas las propuestas estratégicas de país que el gobierno ha puesto encima de la mesa se ha invitado a la oposición y ha podido participar. Y por tanto, si se materializan o no las propuestas ya no es responsabilidad del gobierno. A veces es también responsabilidad de quien en el último momento, en ocasiones. tiene vértigo. Pero esto no quiere decir que no vayamos a seguir estando dispuestos a hablar sobre todos los grandes proyectos de este país. Es una de las características de nuestra forma de hacer.

¿Se ha avanzado algo este año en la asignatura eternamente pendiente, la renovación del pacto estatutario?

La renovación del pacto estatutario es una propuesta que está en nuestro programa de gobierno, en la que dejamos en manos de los partidos que nos sustentan y del resto de formaciones el cómo ha de hacerse. Por tanto, como gobierno no vamos a interferir. Sí recuerdo que tenemos, primero, un Estatuto que está incumplido, y para nosotros es muy importante que se cumpla. Y dos, también decimos que en ese nuevo estatuto que vaya de hacerse se deberá recoger unas garantías de bilateralidad para que su cumplimiento sea un hecho y no tenga que pasar lo que estamos viviendo hasta la fecha.

Transferencias

Tarde y, aunque sea regular, en estos últimos meses, las transferencias se van materializando. El próximo día 15 se puede certificarse el traspaso del primer paquete de competencias sobre Seguridad Social.

Es un paquete muy importante porque conlleva las prestaciones de desempleo, el subsidio de desempleo no contributivo y el SEPE. Me consta que los equipos están trabajando duramente, que están tratando de limar las propuestas y esperemos que el día 15 seamos capaces de cerrar la transferencia.

De todos modos, y aunque el día 15 esté a la vuelta de la esquina, a nadie se le escapa que la inestabilidad del gobierno de Pedro Sánchez puede hacer que todo esto descarrile.

“Mientras este Gobierno español siga en pie, trabajaremos con él. No especulamos sobre su futuro”

Nosotros no somos ajenos a lo que está pasando, pero también somos conscientes de la responsabilidad que tenemos como Gobierno vasco y, por tanto, siempre que encontremos un gobierno al otro lado, vamos a seguir trabajando porque el día 15, más allá de ese paquete de transferencias, tenemos otros asuntos que para nosotros son también muy importantes como el aumento de nuestra capacidad eléctrica, el pacto migratorio, la oficialidad del euskera en Europa o tantísimos asuntos que negociamos con el Gobierno español.

¿Les preocupa la debilidad del Gobierno español?

Por supuesto. Creemos que hacen falta más explicaciones por parte de Sánchez y el PSOE. Pero nuestra cabeza está puesta en responder a las necesidades de la sociedad vasca.

Si cae Sánchez, ¿temen un contagio sobre los pactos de gobierno en Euskadi con el PSE?

No quiero especular. Nosotros ahora estamos en la circunstancia que estamos; estamos trabajando y ni quiero ni puedo especular sobre lo que aún no ha ocurrido.

“Ver competir a la Euskal selekzioa de cesta punta bajo pabellón propio fue algo maravilloso”

El lehendakari Imanol Pradales junto a integrantes de Euskal Selekzioa de cesta punta

Uno de los grandes objetivos del Departamento que encabeza es sacar adelante en 2026 la ley vasca del Sistema de Cultura. ¿En qué punto del proceso estamos ahora mismo?

Esta es una ley en la que tenemos que contar sí o sí con las Diputaciones y con los ayuntamientos y también con los sectores profesionales, porque en el fondo va dirigida a ellos. Estamos ahora en esos procesos de redacciones iniciales y todavía hasta finales del año 26 tenemos camino para ir incorporando las propuestas que nos vayan trasladando e irla puliendo también nosotros jurídicamente.

¿Y qué se pretende con esta ley?

Yo creo que esta ley, primero, es un reconocimiento a un sistema que ha venido funcionando. Al igual que tenemos un sistema de Salud o un sistema de Educación, nosotros entendemos que hay un sistema Cultural que lo forman las instituciones, el sector privado y también los ciudadanos y ciudadanas, la sociedad, que también aporta desde la participación en la cultura o desde su amateurismo. Y, por tanto, es una ley que recoge todo eso y lo pone en valor como un elemento de transformación motor económico.

Sobre la cultura siempre ha existido la sensación de que es algo accesorio. ¿Se mantiene esa idea?

Más que contestar yo, te voy a contestar con lo que nos han dicho los ciudadanos y ciudadanas vascas en la última encuesta cultural que hemos hecho. Y el 91%, que es un índice elevadísimo, opinaban que la cultura sirve para hacer una sociedad mejor. Por tanto, yo me quedo con ese dato. Hemos querido hacer un proceso transparente. Cualquiera puede acceder a los debates y a los diferentes posicionamientos.

Guggenheim Urdaibai

¿Cómo va el proceso de escucha sobre el Guggenheim de Urdaibai? ¿Cómo van a influir las opiniones en la decisión final?

Eso ya lo veremos. Hasta no estar finalizado el proceso, no puedo pronunciarme. Desde luego, quiero que quede claro que no habrá una posición irreversible sin evaluar todas las propuestas y los distintos posicionamientos.

“No habrá una posición definitiva sobre el Guggenheim de Urdaibai hasta no escuchar a todos”

En cualquier caso, el proyecto sigue adelante. No se renuncia a él, a pesar de todo.

Tenemos un proyecto encima de la mesa porque pensamos que es un buen proyecto. Somos conscientes de que hay rechazo. También somos conscientes de que hay apoyo, pero más allá del rechazo o del apoyo, hemos querido saber qué es lo que hay detrás de esos posicionamientos. Debemos evaluar qué razonamientos hay sobre la mesa y, una vez que los conozcamos, tomaremos la mejor decisión.

¿Hay sintonía entre la Diputación de Bizkaia y el Gobierno vasco?

Diría que al cien por mil o más.

También el deporte es una de sus responsabilidades. No creo equivocarme si afirmo que uno de los momentos de mayor satisfacción para usted fue ver a la Euskal Selekzioa de cesta punta compitiendo bajo pabellón propio en la liga de naciones que se celebró en Gernika.

Eso fue impresionante. Ahí primó el corazón, aunque siempre sin dejar de lado la razón. Fue un logro maravilloso. No se lo arroga este gobierno. Somos conscientes de que hay miles de personas que han peleado por hacer realidad lo que vimos en Gernika.

Sinceramente, creo que es un mensaje al mundo en el sentido de que somos un país civilizado, elegante, que somos capaces de decirle al mundo que este es un país capaz de aplaudir a todas las selecciones que participaron en la txapelketa.

En todo caso, esto es solo el principio. Hay muchos más pasos que dar en favor de la oficialidad de nuestros deportes.

Claro. Somos un gobierno de acción y de ambición a futuro. Hemos acompañado a las federaciones que así lo quieren. Esta es la sexta que tiene esa selección y estamos dispuestos a seguir acompañando al resto que quieran hacer ese camino y ayudarlas. Ahora mismo hay 22 federaciones que han adoptado ya ese acuerdo y, cada una con el ritmo que quiera, deseo que sepan que nos van a tener a su lado para poder disfrutar nuevamente de la ilusión colectiva que fue competir bajo pabellón propio.